Los dos acusados de amenazar de muerte al dueño de un restaurante de la calle Cataluña, al que según la Fiscalía llamaron “negro hijo de puta” mientras el más joven blandía un cuchillo porque no les quiso servir una consumición, aseguran que en realidad fue el propietario del establecimiento el que se puso “agresivo” con ellos.

Lo dijeron en la vista que se celebró ayer a puerta cerrada en el Juzgado de lo Penal número 3. Un testigo no corroboró la versión del fiscal ni pudo identificar a los supuestos agresores porque “no les conocía”. También afirmó que en realidad no escuchó las amenazas, ni vio el cuchillo y que únicamente percibió barullo a la salida del establecimiento.

Los hechos por los que se piden un año de cárcel y una multa de 40 euros a los acusados, dos jóvenes nacidos en 1991 y 1992, respectivamente, tuvieron lugar a las 23.30 horas del 29 de junio de 2019. Según mantiene la Fiscalía, el dueño del establecimiento se negó a servirles una consumición y, en represalia, amenazaron de muerte al dueño del local. Le dijeron “negro asqueroso hijo de puta de mierda, te vamos a matar” y “volveremos otro día a destrozarte el restaurante y a matarte”. Por ello, la víctima llamó a la Policía.

Lo que los abogados defensores afirman es que los acusados nunca amenazaron de muerte al dueño de la sidrería. Según su versión, el imputado nacido en 1992 entró al establecimiento y pidió una botella de sidra que el hostelero sí le llegó a servir. Poco después, a la entrada del local se personó el más joven de los acusados, nacido en 1991. Fue entonces, siempre según la defensa, cuando el hostelero retiró la botella de sidra y reaccionó de malas maneras debido a problemas previos entre el joven y él, relacionados con un robo. “Hubo clientes que tuvieron que tranquilizarle”, apuntó uno de los abogados. La defensa pide la libre absolución de los acusados.