“No estaba muy centrada. Acababa de pasar el covid”. Eso es lo que afirmó una mujer de 51 años que fue detenida por la Policía Nacional por robarle joyas valoradas en 2.000 euros a la mujer que cuidaba. El hijo de la víctima sospechaba de la empleada, que dejó de trabajar a primeros de diciembre en la casa. La investigación de la Policía Nacional comenzó por estas sospechas. Los agentes comprobaron que la detenida vendió las joyas en un establecimiento de compra-venta en Asturias. La ladrona, que sustrajo las alhajas de una caja de caudales, alegó que estaba pasando una mala racha.