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El proyecto para hacer un hotel de cinco estrellas en la antigua sede del Puerto, pendiente de un plan

Un cambio societario y la flexibilización del pago facilitan vender el edificio tras ocho años de operaciones frustradas

Antigua sede de la Autoridad Portuaria de Gijón.

La entrada en escena del constructor asturiano Fermín Mora y la decisión de flexibilizar el pago van a permitir desbloquear la venta de la antigua sede de la Autoridad Portuaria de Gijón, en Cimadevilla, tres meses después de que se hubiese adjudicado a Miramar Apartamentos, sociedad que por entonces era dependiente del grupo hotelero Abba, el cual se negaba a formalizar la transacción hasta que se solvente el problema urbanístico que actualmente impide darle un uso hotelero al edificio. Esta doble operación implica un gran paso inicial para que el inmueble se convierta en el primer hotel de cinco estrellas de Gijón, tal como adelantó esta semana LA NUEVA ESPAÑA, después de años de planes frenados o directamente frustrados.

Lo que se vende son dos inmuebles anexos, los números 32 y 34 de la calle Claudio Alvargonzález, y la parcela que hay frente a ellos. Uno de los edificios es la sede histórica propiamente dicha, construida en 1909, con oficinas, garaje y una vivienda; y el otro, un edificio de viviendas de 1982. Entre ambos ocupan 2.864,88 metros cuadrados de superficie construida sobre una parcela de 1.700. Cuentan además con una parcela de otros 877 metros cuadrados agregados al edificio, que se usó fundamentalmente como aparcamiento en superficie. El Puerto los subastó tasándolos en base a su futuro uso hotelero, pero el Plan Especial de Cimadevilla sólo permite actualmente un uso para oficinas de la administración.

La venta del inmueble está pendiente de que el Consejo del Puerto autorice que el grueso de los 3,11 millones de euros en los que se adjudicó se pague al cabo de tres años. Se pondrá así fin a un periplo de más de ocho años desde que en 2012, bajo la presidencia de Emilio Menéndez, el Puerto decidiera incluir en su plan de empresa para el año siguiente la venta del edificio, valorándolo en cinco millones de euros.

Después de tasaciones y otros trámites, en 2015 estaba listo para salir a subasta por 3,83 millones de euros. Un proceso que se frenó al año siguiente cuando un empresario avilesino presentó una oferta al Puerto proponiendo arrendarle a largo plazo el inmueble y transformándolo en un hotel de cinco estrellas que iba a explotar la cadena NH, con la que el industrial tenía un acuerdo. Aquella era la opción preferida del actual y también entonces presidente de El Musel, Laureano Lourido, ya que generaría ingresos para la Autoridad Portuaria sin que la misma viera mermado su patrimonio. Pero Puertos del Estado vetó ese planteamiento, obligando a que el inmueble se vendiera sí o sí, para obtener recursos con los que amortizar parte del crédito de 215 millones de euros que el organismo estatal había concedido años antes a El Musel para que pudiera hacer frente a los sobrecostes de su ampliación.

En 2017, la sede histórica del Puerto salió por primera vez a subasta en 3,5 millones de euros, pero quedó desierta por las incertidumbres de su calificación urbanística. A finales de ese mismo año, volvió a salir por segunda vez a puja, en 3,04 millones de euros. Aunque se presentaron dos ofertas, el Puerto volvió a declararla desierta. La ligada al NH la rechazó por estar vinculada al cambio de uso urbanístico del inmueble. La de Miramar Apartamentos, por considerar que se presentó fuera de plazo.

El grupo Abba recurrió y el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, en una sentencia de marzo de 2020, obligó al Puerto a admitir su oferta. Era la única, con lo que Miramar Apartamentos pasaba a ser el adjudicatario. Así lo certificaba el 1 de octubre del año pasado. El plazo inicialmente previsto para escriturar la compraventa y pagar era de un mes, pero el grupo Abba echó el freno, advirtiendo al Puerto de que antes de dar ese paso quería que estuviera solucionado el problema urbanístico. A esto se suma que el plan inicial del grupo Abba para el inmueble era el de convertirlo en apartamentos de cuatro estrellas superior, mientras desde la administración se prefería un hotel de cinco estrellas, categoría que el grupo no tiene en ninguno de sus establecimientos.

Ahora, una vez que se formalice la venta, la vieja sede del Puerto tendrá que esperar a que se resuelva el escollo urbanístico que todos los grupos municipales se han mostrado dispuestos a enmendar (el plan especial de Cimadevilla) y a las obras necesarias para reconvertirlo a un hotel de lujo.

Se dará así nueva vida a un edificio emblemático cuyo final como emblema del Puerto comenzó a fraguarse cuando el 23 de diciembre de 2002, el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Gijón, presidido entonces por Miguel Ángel Pesquera, decidió construir en El Musel un nuevo inmueble par sus servicios centrales: el Edificio de Servicios Múltiples, inaugurado el 17 de diciembre de 2004. La sede histórica se siguió manteniendo como tal hasta diciembre de 2012, albergando en los últimos años a la alta dirección.

Ciudadanos pide actualizar el urbanismo de Cimadevilla

El concejal de Ciudadanos Rubén Pérez Carcedo pedirá en la próxima comisión municipal de Urbanismo que se inicien los trámites para actualizar el plan especial de reforma interior (PERI) de Cimadevilla. “No cabe duda de que 30 años después de su aprobación en 1989, este plan necesita revisarse en profundidad. Estamos viendo que casi para cualquier actuación o proyecto importante en el barrio hay que estar modificándolo con toda la tramitación que eso supone, lo que no hace más que dilatar en el tiempo y ralentizar e, incluso, puede hacer que alguno no llegue a materializarse”, dijo ayer el edil. Pérez Carcedo también pidió un tratamiento especial en ese plan para la zona del Puerto Deportivo facilitando usos hosteleros y turísticos.

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