Cimadevilla, pendiente de actuaciones de mejora de la movilidad y de relevantes proyectos municipales y empresariales, como son los de Tabacalera y el hotel de cinco estrellas en la antigua sede de la Autoridad Portuaria, es un barrio peculiar desde el punto de vista del mercado inmobiliario, con personas que ansían vivir en el casco histórico de la ciudad y otras que no irían ni a rastras. Las inmobiliarias gijonesas lo tienen claro; Cimadevilla tiene su público, pese a que comprar un piso allí está caro. En cuanto al alquiler, es “el más demandado de Gijón”, explica Cristian Pastrana, gerente de Sol Grupo.

El barrio Alto, es el que más demanda tiene en proporción a la oferta de vivienda para alquilar. La oferta es escasa. A finales del año pasado, por ejemplo, había 39 viviendas anunciadas para alquiler, en el que la renta media es de 10 euros por metro cuadrado construido. La mayoría de las viviendas son de uno o dos dormitorios y se alquilan de media al cabo de dos meses de haber puesto el anuncio, explica Pastrana.

Mientras, en cuestión de compraventa, hay limitación de la oferta y a precios que no son baratos si se compara, por ejemplo con otras zonas colindantes con el centro . Los precios de compra en Cimadevilla son un 30% más caros por ejemplo que en la zona de la estación de Alsa.

César Nozal, de la inmobiliaria La Playa y presidente de la asociación de inmobiliarias Asocias, apunta que la oferta inmobiliaria en Cimadevilla es muy reducida, con unas 70 viviendas en venta en un barrio que dispone de unas 1.700 viviendas. En un estudio elaborado el pasado mes de diciembre, el precio medio al que se vende una vivienda en Cimadevilla era de 2.108 euros por metro cuadrado de superficie útil, agrega Nozal, que destaca que el proyecto de Tabacalera mejorará un barrio en el que se echan en falta servicios, como la carencia de supermercados o cajeros automáticos. También propone flexibilizar la normativa para convertir bajos en viviendas.

El mercado inmobiliario en Cimadevilla es “estable” en palabras de David Álvarez, de la Agencia Álvarez, con un tipo de cliente que “conoce perfectamente la zona”, personas solas o parejas jóvenes, de entre 20 y 40 años de edad. A estos se suman familias de fuera que buscan una segunda residencia en Gijón y Cimadevilla está cerca de la playa de San Lorenzo y del centro. El principal reparo que le ve a la zona es que las viviendas carecen de plaza de garaje.

Verónica García, de Look&Find, explica que la mayoría de las viviendas disponibles son pequeñas, de una o dos habitaciones y entre quienes se interesan por ellas no sólo están personas que pretenden morarlas, sino también “inversores que las quieren para ponerlas en alquiler”. Alberto Salgado, de la Agencia Centro, indica que el mercado absorbe la oferta que hay, porque Cimadevilla “tiene su público”.