La regasificadora de Mugardos (Ferrol) ha quedado legalizada tras la declaración de impacto ambiental otorgada por el Ministerio para la Transición Ecológica el pasado diciembre. La resolución sobre la planta gallega da una orientación sobre cuál puede ser el desenlace para la de El Musel, cuya declaración de impacto ambiental se está volviendo tramitar en el Ministerio al haber sido anulada por una sentencia judicial, al igual que ocurrió con la de Mugardos. La tramitación de la regasificadora de El Musel estará lista en el primer trimestre de este año.

En el caso de la de Mugardos, se ha aplicado la Ley de evaluación ambiental en referencia a evaluaciones en ejecución de sentencia firme, la cual plantea que se deben compensar los impactos significativos que se hayan causado y corregir a futuro, cuando sea posible los impactos significativos causados por elementos ya ejecutados del proyecto que no resulten críticos, así como la sustitución de elementos del proyecto que causen impactos severos por otros que no los causen.

Las alternativas expuestas en el estudio de impacto ambiental de la regasificadora gallega no contemplan más que la existencia de la planta en su ubicación actual o su desmantelamiento, lo cual supondría fuertes limitaciones para cubrir la demanda energética convencional en el noroeste peninsular.