La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El recuerdo al fallecido Berto Turulla: una figura clave del cambio en la música asturiana

“Estuvo en todas las salsas: del nuevu canciu astur al tecno-pop”, asegura Salueña, que firma un estudio que incluye obra grabada del artista

El músico Berto Turulla, en 1981, tocando un sintetizador Minimoog, en una foto de promoción del primer LP del grupo “Cuélebre”.

El músico gijonés Alberto Martínez Berciano, conocido por todos como Berto Turulla por el nombre de su grupo de referencia, “La Turulla”, fallecía electrocutado una madrugada del 4 de abril de 1983. Una muerte sobre el escenario que conmovió a la sociedad por las desconocidas condiciones laborales de un gremio admirado, pero no siempre entendido, y puso en pie -desde la solidaridad- a la profesión en bloque. Unos 800 músicos de todo el país participaron en varios conciertos en recuerdo del artista. El más señalado fue el que acogió El Molinón, con unos 50.000 espectadores y un cartel que incluía, entre otros, a Víctor Manuel y a Miguel Ríos.

Una calle recuerda hoy a Berto Turulla en La Calzada, su barrio natal. Fue el primer rockero con asiento en el callejero gijonés. Pero fue, además, un instrumentista (y un activista) que los estudiosos empiezan a ver como una pieza fundamental en los cambios de paradigma que vivió la escena musical asturiana a finales de los años setenta y principios de los ochenta.

Es una opinión que defiende Eduardo G. Salueña, doctor en Musicología, compositor y director del Taller de Músicos: “Estuvo en todas las salsas de la época, desde lo que se llamó ‘Nuevu Canciu Astur’ hasta la música progresiva o el tecno-pop; se implicaba con todo y, además, fue un pionero en el uso de los sintetizadores”. Y añade: “En mi tesis le dediqué bastante espacio”.

Carátula de la publicación del Taller de Músicos.

Berto Turulla tenía 26 años cuando murió. Pero, aun cuando es clara su participación en esos cambios que experimentó la música hecha en Asturias en un periodo cronológico que coincide con el de Transición, no hay tantas grabaciones suyas. Es una de las razones de la importancia de “Berto Turulla. Una mirada moderna a la música popular de Asturias”, que acaba de publicar Taller de Músicos de Gijón. Es la segunda entrega de la “Colección René de Coupaud”, que edita la Fundación Municipal de Cultura en homenaje al maestro de músicos que dirigió el Taller de Músicos y falleció en 2018. La misa de gaita centró la primera publicación, también excelente.

Salueña firma una detallada introducción en la que pone en contexto la obra de Berto Turulla y su colaboración con músicos del “Nuevu canciu astur” como Carlos Rubiera, Julio Ramos o Manuel Fernández (Manolín, “el nietu Celo Xuan). Y subraya sus aportaciones al rock progresivo, a través de “La Turulla”, y a otros estilos, caso de su presencia en “Latin Show” y otras formaciones.

Eduardo G. Salueña.

“Dejó poco publicado, pero fue un músico de primera hora de todos esos movimientos”, indica Salueña. Este estudioso hace resaltar, ademas, la participación de Berto Turulla en “Cuélebre”. Un grupo que gozo de éxito popular y en el que el músico prematuramente desaparecido hizo una moderna y muy aplaudida adaptación del Pericote, el “Tecno-Pericote”. “Estuvo siempre muy vinculado a La Calzada y ayudó mucho a distintos grupos, como músico y como técnico de sonido”, añadió Salueña

La publicación del Taller de Músicos incluye un CD en el que se recupera “Aquella palombina” y “Les campanes del alba”, de Carlos Rubiera, además de grabaciones con “La Turulla”, “Latin Show” o “Bonus-track”. Y, junto con otros materiales, también un DVD con el documental “Berto Turulla (1957-1983)”, que firma Roberto Martínez Berciano.

Compartir el artículo

stats