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La zona rural, sobre la proliferación de vertederos ilegales: “No hay educación”

“Con el confinamiento hubo más obras en casas y nos usan de basurero”, critican los vecinos

Arriba, José Luis Fernández y Luis Junquera, ante escombros de obras tiradas a pie de carretera en Serín.

Usuarios particulares que se acercan a algún camino apartado a tirar escombros de obras en casa. Este es el origen, según los vecinos de la zona rural, de buena parte de los residuos que siguen apilándose en los vertederos ilegales de la ciudad. La Policía ambiental tiene localizados ya 94 puntos activos, casi el doble de los que contaba hace un año, y las gestiones para retirar la basura se ven superadas por los nuevos incumplidores que, desde el inicio de la pandemia, parecen haberse incrementado. “La gente aprovechó para hacer obras en casa y es más fácil venir aquí y usarnos de basurero que ir a un centro de recogida”, lamenta Fermín Entrialgo, de la asociación vecinal de Tremañes. “Se ha limpiado mucho en los últimos meses, pero la gente no tiene educación”, aclara.

Fermín Entrialgo señala un vertedero ilegal del barrio de Tremañes. Juan Plaza

Usuarios particulares que se acercan a algún camino apartado a tirar escombros de obras en casa. Este es el origen, según los vecinos de la zona rural, de buena parte de los residuos que siguen apilándose en los vertederos ilegales de la ciudad. La Policía ambiental tiene localizados ya 94 puntos activos, casi el doble de los que contaba hace un año, y las gestiones para retirar la basura se ven superadas por los nuevos incumplidores que, desde el inicio de la pandemia, parecen haberse incrementado. “La gente aprovechó para hacer obras en casa y es más fácil venir aquí y usarnos de basurero que ir a un centro de recogida”, lamenta Fermín Entrialgo, de la asociación vecinal de Tremañes. “Se ha limpiado mucho en los últimos meses, pero la gente no tiene educación”, aclara.

A juicio de Manuel González Posada, presidente de la federación de asociaciones vecinales de la zona rural “Les Caseríes”, “cualquier vecino sabe de algún vertedero ilegal cerca de su pueblo”, aunque señala como “foco problemático” la zona oeste, tal y como desveló ayer LA NUEVA ESPAÑA.

Las autoridades, reconoce, “hacen lo que pueden”, pero cualquier camino o riachuelo escondido puede servir de vertedero improvisado. “O pillas la matrícula de conductor, o es imposible”, reconoce. Junto a Tremañes, los vecinos de San Andrés de los Tacones, Jove y Serín han notado también el repunte de estas prácticas. “Es un poco desastre. La gente tira sus cosas hasta al pie de la carretera general”, lamenta Luis Junquera, líder vecinal de Serín. “El problema es ya antiguo, pero últimamente es pero por las obras caseras del confinamiento. Las autoridades hacen lo que pueden y ya nos han limpiado bien los caminos”, aporta Eusebio Ortega, de San Andrés de los Tacones.

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