“Intolerable”, “bochornoso”, “totalmente excepcional”. Estos son algunos de los calificativos con los que el secretario general del PP de Asturias, Álvaro Queipo, se refirió a la parálisis en la que está sumido el partido en Gijón. Lo hizo durante la reunión telemática del comité regional del partido, a la que asistió el presidente local, Mariano Marín, respecto al que la dirección regional ayer no hizo ninguna alusión directa, si bien a los asistentes al encuentro no se les escapó que era el destinatario de los mensajes.

Mariano Marín se niega a dimitir tal y como le ha pedido la dirección regional y el pasado jueves pudo comprobar cómo la gran mayoría de su propia junta local le ha dado la espalda, promoviendo una iniciativa para reprobarle que él se negó a que se votara. “Si una junta local pierde el control sobre sí misma y no es capaz de recuperarlo, la dirección autonómica estaría obligada a actuar”, se escuchó ayer decir a Queipo.

En una dura intervención, el secretario general calificó de “inaceptable” que en la “mayor junta de Asturias no haya un partido”, cuando el PP tiene representación y cargos no remunerados por toda la región. Y agregó que “la única junta local de la que no hemos obtenido respuesta, ni satisfactoria ni insatisfactoria, es Gijón”. En ese sentido, resaltó que “no nos importan ni las filias ni las fobias de nadie, ni con quien se relaciona o a quien prefiere o deja de preferir cada cual”. “Sólo pedimos trabajo; trabajo o hacerse a un lado”, añadió.

El número dos del PP asturiano advirtió de que están dispuestos a adoptar “todas las medidas oportunas para que el PP de Gijón sea un referente” porque el partido se juega mucho en los próximos meses y no está para perder el tiempo “o darle vueltas a asuntos internos que no importan a nadie, salvo a quienes lo están promoviendo”.

La suya fue la única alusión a la situación de Gijón en el comité regional. Sí hubo más en la junta directiva que se celebró a continuación, en la que el veterano Isidro Fernández Rozada, tras pedir “cordura”, explicó la importancia de activar el partido en Gijón de cara a obtener buenos resultados en los próximos comicios electorales. También hubo críticas a la parálisis del PP gijonés formuladas por otros asistentes, como Francisco Alonso o Manuel del Castillo.

La presidenta regional del PP, Teresa Mallada, no hizo una alusión directa, pero sí fácilmente interpretable tras lo acontecido el jueves en la Junta Local del PP de Gijón, cuando el presidente local se cerró en banda ante la petición de 44 de los 68 miembros de este órgano colegiado para incluir en el orden del día una votación para reprobarle. Ahora, previsiblemente varios miembros instarán al comité de garantías a que abra un expediente disciplinario a Marín.

Mallada señaló: “La principal fortaleza del Partido Popular son sus afiliados. Los que tenemos responsabilidades, por tanto, estamos obligados a rendir cuentas y escucharles, tanto cuando nos dicen que estamos acertados como cuando nos trasladan que quizás estamos errados en nuestras propuestas o actitudes”. Dicho esto, agregó que “el PP de Asturias, a pesar de problemas puntuales que estoy convencida se resolverán pronto y de la mejor manera posible, está en el buen camino”.