Aún queda mucho camino por recorrer y mucho que negociar pero ayer los socios de la concertación –Ayuntamiento, UGT, Comisiones Obreras y la Federación Asturiana de Empresarios (FADE)– estrenaron sus asientos en la mesa de trabajo organizada para definir programas de incentivos al consumo que sirvan de apoyo desde el Ayuntamiento de Gijón a una economía local castigada por la crisis sanitaria del covid-19. Una acción a sumar a las ayudas directas que ya da la administración local –donde se trabaja en nuevas líneas de cara a los próximos meses– y de la que se empezó a hablar a finales de año con la idea de unos bonos de consumo en comercio y hostelería.
Eso y más porque lo que ahora se plantea como punto de arranque de la negociación es poner en marcha dos programas. Uno de incentivación del consumo local donde a través de ese sistema de bonos se llegue al comercio, la hostelería y el entramado cultural. Y otro de captación de turismo que favorezca a todo tipo de establecimientos de la ciudad dedicados al alojamiento y que posicione a Gijón en un escenario de recuperación del turismo frente a ciudades que también ofrezcan incentivos para atraer a los visitantes.
La negociación abierta ayer incorpora la opción de distribuir esos bonos de consumo, y por tanto el movimiento de dinero que conllevarían, por barrios para garantizar que puedan beneficiarse de la iniciativa el máximo número posible de negocios y en todo el territorio de la ciudad. Un ejemplo está en Bilbao donde los 185.000 bonos emitidos en su proyecto “bonobilbao” se repartieron entre los ocho distritos en que se organiza la ciudad en base al número de establecimientos de cada territorio. Algo similar podría hacerse en Gijón. En el caso de Bilbao se ofertaron bonos por valor de 20, 30, 40 y 60 euros, el 50% de ese dinero lo cubría el Ayuntamiento.
En lo que tiene que ver con los números, en la cita de ayer se tanteó la posibilidad de dedicar un millón de euros al primer programa y alrededor de 400.000 al segundo. Aunque son cifras cogidas con alfileres ya que, entre otras cosas, queda concretar el presupuesto que el Ayuntamiento podrá vincular al pacto “Gijón Reinicia” teniendo en cuenta la situación de prórroga presupuestaria con que se empezó el año y la necesidad de ir ampliando ese dinero en los próximos meses en base al remanente y a través de modificaciones presupuestarias. El objetivo es cumplir con el compromiso firmado al suscribirse el pacto “Gijón Reinicia” con 26 millones para 2020 y otros tantos para este 2021. La previsión es que la semana que viene se puedan clarificar esos grandes números.
También para las próximas reuniones de esa mesa de trabajo quedó concretar el diseño de esos bonos y los tiempos para poner en marcha el proyecto. Hay quien plantea empezar en verano con los bonos para hostelería. Todo depende de la evolución de la pandemia. Hay que tener muy en cuenta que ayer mismo la consejería de Salud decidió prorrogar dos semanas más el cierre perimetral de Gijón y las limitaciones al consumo en el interior de los locales hosteleros y a los aforos en los comercios.
En cuanto al diseño de los bonos de consumo en un borrador inicial presentado por el gobierno local a los socios de la concertación el pasado noviembre se planteaban vales de 20, 40 y 60 euros que conllevarían para el consumidor descuentos de 5,10 y 20 euros, respectivamente. Ese es el dinero que asumiría el Ayuntamiento. Con aquella propuesta el gasto municipal ronda los 1,6 millones y el impacto económico se estimaba en 5,8 millones, lo que supone triplicar el retorno. Todos estos elementos están dentro del debate que se desarrollará en las próximas semanas con el objetivo de concretar el diseño final de esos dos programas de activación de la economía local.
La mesa de trabajo que ayer empezó sus reuniones es una de las tres pactadas por los socios de la concertación para diseñar actuaciones anticovid, en lo que tiene que ver con la actividad económica y el apoyo al empleo estable. En la anterior mesa, hace unos días, se consensuó la necesidad de cambiar las bases de las ayudas a la contratación y del plan de empleo público-privado. En el primer caso para garantizar puestos de trabajo cuando acaben los ERTE y en el segundo para fijar que se centren en puestos de trabajo de difícil cobertura. Ambas iniciativas en fase de negociación.
LÍNEAS DE AYUDAS
-Consumo local. El programa de incentivación del consumo local a través de bonos con descuentos llegaría al comercio, la cultura y la hostelería.
-Captación de turismo. Un segundo programa de captación de turismo busca apoyar desde el ámbito municipal a los negocios de alojamiento.
