La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La nueva vida en familia de Argos, el perro policía de Gijón que se acaba de jubilar

"Siento tristeza, pero a la vez alivio porque estará bien atendido", dice el agente con el que trabajó durante una década

La nueva vida en familia de Argos, el perro policía de Gijón que se acaba de jubilar

La nueva vida en familia de Argos, el perro policía de Gijón que se acaba de jubilar

Para ver este vídeo suscríbete a La Nueva España o inicia sesión si ya eres suscriptor.

La nueva vida en familia de Argos, el perro policía de Gijón que se acaba de jubilar Pablo Antuña

La pandemia le frenó la jubilación. Le tocó dar un servicio extra. Pero ahora ya le ha llegado el momento de disfrutar y relajarse con su nueva familia. Argos, un perro de raza pastor belga malinois, se despidió esta mañana de Jorge Álvarez, su compañero inseparable durante diez años en la Policía Local de Gijón. Argos mantenía hasta el último momento su mirada cómplice con Jorge, al que le vencían los ojos llorosos. “Siento por un lado tristeza, pero por otro alivio, porque estará atendido con su nueva familia”, cuenta el agente Jorge Álvarez, que empezó a adiestrarle cuando tenía solo siete meses. Ahora Argos tendrá una nueva familia en Madrid, con Esther Frades y Carles Donadeu. “Es precioso, super obediente y cariñoso, nos ha encantado”, señalan.

Con diez años de servicio, Argos estuvo al pie de cañón con la Policía de Local de Gijón hasta el último momento. “Fue un perro que mostró unas actitudes para la detención excelentes, estuvo trabajando hasta antes de ayer, que estuvo operativo. Y hace quince días tuvo intervenciones con detenidos, por hechos de detención de drogas y detecciones administrativas. Siempre mostró una longevidad maravillosa”, cuenta Jorge Álvarez, con el que pasó innumerables horas de servicio y tiempo libre. “Estaba muy bien atendido, pero alguna vez sí que venía conmigo a mi casa, para mantener un reposo por alguna dolencia, o situaciones que iban surgiendo”, destaca.

Argos, con su nueva familia. Juan Plaza

Argos ha sido el primer perro con el que ha trabajado este agente en Gijón. “Hemos tenido buenos momentos, me quedo con ese día a día, siempre al pie del cañón y muy válido e incansable para trabajar”, rememora Álvarez. “Aunque fue muy exigente su preparación, porque la raza malinois es complicada para los cuatro primeros años, es como si empiezas a conducir y ya te dan un coche de fórmula 1”, afirma.

La asociación “Héroes de cuatro patas” fue la encargada de efectuar el proceso de selección para encontrar a su nueva familia. “Es muy importante para ellos, a pesar de haber estado muy cuidados y felices, la vida en familia no la han vivido. Es super sencillo el cambio para ellos, aunque parece algo drástico, por la atención que van a recibir”, comenta Cristina Reyes, componente de un colectivo que ha gestionado la adopción de 300 perros de las fuerzas y cuerpo de seguridad, y que tiene una demanda diez veces mayor de familias respecto a los animales que están para jubilarse o simplemente necesitan un cambio y pasar a estar con una familia.

“Es una puerta que me toca cerrar, ahora me toca ponerme adiestrar a otro perro”, detalla Jorge Álvarez, mientras intercambia las últimas indicaciones y caricias con Argos. “Allí e Madrid ya le está esperando Merli, un cachorro que tenemos en la casa a los que nos hemos mudado, porque antes vivíamos en un piso”, afirma Frades. “Estamos educando al cachorro, y ahora ver así tan obediente y cercano a Argos, es un lujo”, concluye.

Compartir el artículo

stats