El Tribunal Superior de Justicia de Asturias acaba de desestimar íntegramente el recurso presentado por la defensa de Javier Ledo Ovide contra la sentencia que le condenaba a 24 años de cárcel por el asesinato de la gijonesa Paz Fernández, de 43 años, a la que mató en su piso de Navia en febrero de 2018 tras golpearla reiteradamente en la cabeza. El cuerpo de su víctima no apareció hasta casi un mes después en el embalse de Arbón. Es por ello que el TSJA ha ratificado en todos sus términos la sentencia emitida por la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, que, en base a la decisión del jurado popular, le atribuyó un delito de asesinato con la agravante de desprecio de género tal y como pedían las acusaciones particulares, y en contra del criterio de la fiscalía, que abogó en todo momento por el homicidio durante el juicio. El condenado, en cambio, siempre ha defendido que la mujer se cayó accidentalmente por las escaleras de su casa tras haber discutido por dinero y es por ello que no se descarta que presente recurso ante el Tribunal Supremo.

La sentencia de la Sección Octava, valoró como hechos probados que  la víctima y su ahora asesino mantenían una "relación sentimental" –algo que la defensa negaba y definía solo como "amistad" para descartar el sentimiento de "posesión" por parte de Ledo hacia la víctima que ahora el magistrado da como hecho probado– porque la pareja pasaba tiempo con los hijos de cada uno e incluso hacían compras de "economía conjunta", como la compra de un coche, tal y como habían testificado los familiares de Fernández. También se ve como hecho probado que el 13 de febrero de 2018, día del crimen, Ledo y la gijonesa se encontraron en Navia y, tras quedar en un bar, acordaron que Ledo la invitaría a cenar en su casa. Él se fue a preparar la comida. Ella, a tomar algo. Durante esas horas, la fallecida, además de ingerir "diversas bebidas alcohólicas", perdió "una cantidad importante" de dinero en máquinas tragaperras, "lo que le causó preocupación" y truncó "sus expectativas de concertar alguna cita con clientes", ya que la mujer ejercía esporádicamente la prostitución. Llegó a casa de Ledo, por tanto, "muy afectada".

Los magistrados vieron probada la versión de las acusaciones durante el juicio: que la expareja de Fernández le estaba enviando mensajes durante la cena y que eso provocó que Ledo, "movido por los celos", la asesinase "de forma sorpresiva y de manera imprevista y repentina" con un rodillo y con varias piedras.

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Reconstrucción, en Navia, Villayón y Coaña, del crimen de Paz Fernández La Nueva España