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Ledo, condenado a 24 años por matar a la gijonesa Paz Fernández, recurrirá al Supremo tras el varapalo del TSJA

“Era lo esperado”, reconoce el abogado defensor, después de que el Tribunal Superior avalase el veredicto del jurado que le declaró culpable de asesinato con alevosía y la agravante de género

Javier Ledo, esposado, conversando con su abogado, Pedro Víctor Álvarez, el día de la lectura del veredicto del jurado popular. Ángel González

“Era lo esperado. Recurriremos ante el Tribunal Supremo”. Con estas palabras, de resignación, valoró ayer el abogado de Javier Ledo Ovide la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) que confirma los 24 años de cárcel por el asesinato con alevosía y la agravante de desprecio de género que le impusieron por matar a golpes a la que fue su expareja, la gijonesa Paz Fernández Borrego, de 43 años. Una decisión judicial recibida, en cambio, “con satisfacción” por las acusaciones particulares, ejercidas por los hijos de la fallecida por un lado, y por la madre y hermanas, por el otro.

El TSJA ha desestimado íntegramente el recurso presentado por Pedro Víctor Álvarez, el letrado de Ledo, contra el veredicto del jurado popular en el que se basó la sentencia de la sección octava de la Audiencia. Fundamentó sus alegaciones en la “vulneración del principio de la presunción de inocencia”, al entender que la prueba practicada en el juicio carecía de base para la condena y que no existió alevosía en la acción del procesado, y por otro lado en que no se sostenía la agravante de género, puesto que en todo momento negó que entre víctima y condenado hubiese existido una relación sentimental. Los magistrados del TSJA que componen la sala de lo civil y penal, Jesús Chamorro, Ignacio Vidau y José Ignacio Pérez Villamil, han desechado todos esos razonamientos, ratificando el veredicto.

La nueva sentencia vuelve a poner negro sobre blanco que Ledo actuó de forma “repentina, contundente y concurrente” mientras Paz Fernández se encontraba “en una situación de debilidad” por su estado de embriaguez. “Actuó repentina y sorpresivamente cuando la víctima estaba distraída utilizando una aplicación de mensajería móvil”, señalan los magistrados del TSJA. Fue en ese momento cuando empezó a darle golpes de forma sucesiva y repetida, por lo que la gijonesa no tuvo opción de defensa, luego hubo alevosía.

Esa conversación telefónica por Whatsapp de Fernández Borrego, y ahí entra en juego ya la desestimación del segundo argumento, la estaba manteniendo con una antigua pareja: “Precisamente los celos por esa conversación fueron los que empujaron a Ledo a golpearla fatalmente”. También, recuerda el TSJA, durante el juicio el jurado popular “valoró y concluyó la existencia de esa relación sentimental en base a fotos que existían en las redes sociales de ambos”, además de los testimonios vertidos en el acto del juicio oral. Y hay más: “el del dueño de la pensión donde pernoctaba la víctima que refería a la misma como la novia del recurrente” y el de los agentes de la Guardia Civil que se encargaron de la investigación de la desaparición y asesinato de Paz Fernández.

La condena por lo tanto se mantiene por el momento en los 24 años de cárcel. Eso sí, hay que tener en cuenta que lleva ya privado de libertad desde que confesó el crimen, en marzo de 2018. Tras un breve paso por el Centro Penitenciario de Asturias, fue trasladado a la cárcel de Mansilla de las Mulas. Solo regresó a la región desde entonces para participar en diciembre de 2018 en la reconstrucción del crimen que ordenó el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Gijón, que instruyó el caso, y para el juicio, en septiembre de 2020. Ahora deberá esperar a que la sentencia sea firme, pero su abogado intentará rebajar la condena acudiendo al Tribunal Supremo. Mientras, seguirá en prisión.

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Reconstrucción, en Navia, Villayón y Coaña, del crimen de Paz Fernández La Nueva España

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