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El asfaltado provisional del tránsito de las Ballenas divide a Cimadevilla

Algunos vecinos apoyan el fin de los adoquines y otros creen que daña la imagen del barrio

Paseantes por el tránsito de las Ballenas. Marcos León

El asfaltado del tránsito de las Ballenas, que ha eliminado sus adoquines, levantó ayer una intensa polémica en Cimadevilla y en el resto de la ciudad. La actuación, adelantada por LA NUEVA ESPAÑA, es el paso previo a la construcción en esta popular calle de la plataforma única, que consistirá en igualar las aceras y los bordillos. Y según el Ayuntamiento se trata de un remedio “provisional”, previo a la colocación de otro pavimento más acorde con el entorno. Los residentes se dividieron ayer entre los que consideran el hormigonado “una chapuza” y los que piden extenderlo ya a otras arterias. Foro cargó contra el gobierno local al entender que la provisionalidad de la obra es “una excusa”. “Dicen que hay una partida de 134.000 euros, pero no así”, aseguró el portavoz forista, Jesús Martínez Salvador.

Celso Suárez es uno de los hosteleros históricos de Cimadevilla. Regenta El Mercante, una de las referencias de la cuesta del Cholo, junto al tránsito de las Ballenas. Lleva más de 50 años en activo, por lo que ha sido testigo de las evoluciones del barrio alto a lo largo de décadas. “Nunca vi una cosa igual, es una chapuza”, lamenta. “El hormigón, en cuanto empiecen a pasar los camiones, se resquebrajará”, asegura. “Vale más que quiten todos los adoquines que dejaron debajo, esto no es más que un parche”, añade. Cayo Wey está al frente de otro chigre histórico en el barrio, Las Ballenas, que, por la pandemia, permanece cerrado a la espera de tiempos mejores. Es un firme defensor del nuevo aspecto de la popular vía. “Deberían haberlo hecho hace años. Habrían ahorrado dinero”, dice.

Alejandra Colunga pasea a su perro “Turco” por el tránsito de las Ballenas. Marcos León

Amparo Cueli tiene 68 años y vive en Cimadevilla desde que nació. Al contrario que el hostelero, considera que el hormigón, aún siendo provisional, “resta esencia” al casco histórico. Carmen Gutiérrez bajaba ayer el tránsito de las Ballenas para ir a comprar a la calle Instituto. Tiene 74 años y lleva viviendo en Cimadevilla desde que era adolescente. Apoya el hormigón. “Quitar los baches era algo de mucha necesidad, muchos coches rompieron la suspensión por ellos”, asegura. Lo mismo opina Alejandra Colunga, que paseaba por la calle a “Turco”, su perro. “Me gusta más esto que los adoquines. Solo valían para retorcer pies y para que la gente tropezara”, añade. “No soy de Cimadevilla, pero para caminar es mucho mejor”, postula Elena Vega, otra gijonesa.

El Ayuntamiento aseguró a los vecinos la pasada semana que la obra será provisional y que hay 134.074 euros presupuestados para que el tránsito de Las Ballenas sea la primera vía en tener plataforma única, otra vez con adoquines, pero de otro aspecto. Un punto que Foro puso ayer en duda. “Estamos en prórroga y todas las inversiones han de tramitarse en el Pleno una vez se haya liquidado el presupuesto, como pronto en abril o mayo”, indicó Jesús Martínez Salvador, que afeó la nueva imagen de la calle. “Asfaltar el tránsito de Las Ballenas es una chapuza a la altura de otras obras ‘provisionales’ como el Muro. Nos negamos a ser una ciudad en la que todas las obras de urbanismo son de dudosos gusto”, zanjó el portavoz municipal de Foro.

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