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La familia de Germán eleva a 1,74 millones la petición de indemnización por la agresión

“Podrían haberlo matado”, asegura el escrito de acusación, que atribuye tentativa de homicidio a los cuatro procesados y penas de hasta 12 años

Germán Fernández, afinales de enero, cerca de su casa, en compañía de su madre, Yolanda Fernández. Ángel González

La familia de Germán Fernández, el joven camarero gijonés que sufrió graves secuelas tras una trifulca en la calle Marqués de San Esteban, en julio de 2017, acaba de presentar su escrito de acusación contra los cuatro jóvenes procesados por este caso. A todos ellos los considera responsables de un homicidio en grado de tentativa. Pese a apostar por un delito más grave, no hay variación con las penas de cárcel que solicitó la Fiscalía hace dos semanas, doce años para Rubén Á. H., el principal acusado, y nueve años y medio para los otros tres implicados. Sí hay diferencia sustancial en cuanto a la responsabilidad civil, que la eleva hasta 1.745.000 euros, una cifra en la que se incluye la indemnización a Germán y a su madre, Yolanda Fernández, y a una de sus dos hermanas.

El relato de hechos presentado por la familia del camarero gijonés, representados por el abogado Gonzalo Botas, es muy similar al de la Fiscalía, aunque lógicamente hace más hincapié en cómo le cambió la vida a la víctima y a toda su familia por extensión. “Germán, con 24 años en el momento de los hechos, trabajaba de forma estable como camarero y ahora convive con su madre, que se encarga de su cuidado”.

Las lesiones que sufrió Germán Fernández le dejaron graves secuelas, tal y como desveló el informe médico forense, al punto de quedar impedido para llevar una vida autónoma. Colateralmente, esas lesiones “han arruinado la vida de su madre, pues amén del daño moral, ha perdido el negocio que tenía y, posteriormente, el trabajo, para poder atender a su hijo”, describe el escrito de la acusación particular. Además, al ser ahora convivientes, junto con la hermana pequeña, para poder atender debidamente a Germán Fernández, “su vida se ha trastocado completamente hasta el extremo”. ¿Un ejemplo? “Un incidente familiar que devino en ingreso por urgencias”, describe la acusación.

Según estos criterios, para Germán Fernández solicita una indemnización de 1.265.000 euros, en los que se incluye el tiempo invertido en curarse de las heridas (65.000 euros), las secuelas físicas, psíquicas y morales (900.000 euros), además de una compensación por la privación de derechos económicos por no poder trabajar (300.000 euros). Para Yolanda Fernández requiere otros 300.000 euros por los daños causados y los perjuicios derivados de la pérdida del negocio y el despido laboral posterior. Por último, reserva otros 180.000 euros para la hermana menor.

"Intentaron ignorarles, pero siguieron hostigándoles"

En lo relativo a los hechos que ocurrieron aquella madrugada de verano en Fomento hay varios matices de importancia en el escrito de la acusación. Por un lado, incide en la idea de que Imad A. buscó a propósito “y de común acuerdo” con el resto de acusados un enfrentamiento con uno de los amigos de Germán Fernández en el bar situado en la esquina entre las calles Marqués de San Esteban y Felipe Menéndez. Fuera del local “siguieron hostigándoles”, a pesar de que los afectados “intentaron ignorarles”. “Les agredieron de forma grupal e indiscriminada, limitando su capacidad de reacción, prevaliéndose de su número y de sus capacidades físicas y técnicas, por practicar varios de ellos artes marciales de forma habitual”, relata la familia de Germán.

Los cuatro acusados lograron separar a los tres afectados, “burlando así sus intentos de defensa”. El camarero gijonés, ya apartado de sus amigos, “fue rodeado por los procesados que, actuando de común acuerdo, le golpearon de forma reiterada, mientras él intentaba cubrirse, con un manifiesto desprecio hacia su vida e integridad física, hasta que recibió por parte de Rubén Á. H. un golpe brutal en la cabeza”. Un golpe que, posteriormente, “podría haberlo matado”, señala la acusación. Luego, cuando ya estaba el camarero gijonés desplomado en el suelo, ensangrentado, “los procesados huyeron a la carrera”.

Todo ello, prosigue el escrito, constituye a criterio de la familia un delito de homicidio en grado de tentativa. Piden penas de 12 años de cárcel para Rubén Á. H. y nueve años y medio para los otros tres, exactamente igual que la Fiscalía, que en su caso añade otros dos años y medio a cada uno de los cuatro acusados por las lesiones que sufrió uno de los compañeros de Germán. También interesa entre trece y diez años y medio de alejamiento. Con este escrito solo faltan ahora las versiones de los acusados antes de llegar a juicio.

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Germán Fernández junto a su madre, Yolanda Fernández, tras conocer la petición del fiscal Ángel González

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