Frente a las restricciones, imaginación. Los centros educativos gijoneses ha sorteado al virus con buen humor antroxero y, pese a que muchos optaron por reducir la fiesta al mínimo, con disfraces libres, y alguno llegó a suspender la celebración de raíz para evitar riesgos, otros mantuvieron el día festivo con burbujas de seguridad y una buena dosis de imaginación.

Disfraces en el Pumarín. | ÁNGEL GONZÁLEZ

En el colegio Príncipe de Asturias hubo música y baile durante toda la mañana, con los críos disfrazados con emoticonos y separados por clases. “Nos lo estamos pasando genial”, aseguraban Noa Braga y Carmen García. Sheila García llevaba unos cuernecillos de diablo incorporados, para tratar de conquistar “a un chico que me gusta”, confesaba. Además del festejo de ayer, los niños celebraron durante toda la semana con diferentes disfraces: un día de corbata, otro de pijama, otro con peinados locos.

Alumnos del Torner posan en su clase. | ÁNGEL GONZÁLEZ

Una fórmula parecida se siguió en el García Lorca, donde los chiquillos se fueron aprovisionando a lo largo de la semana de elementos para disfrazarse de indios. “Al menos lo diferenciamos un poco”, señalaban las docentes de Infantil. En el Gloria Fuertes, los niños se disfrazaron en honor del autor Hervé Tullet. En el Cervantes hubo gatos cantarines, en el Pumarín una charanga amenizó el patio y el Torner celebraron una semana loca, cada día con una temática: desde peinados originales hasta zapatos locos, igual que en el colegio Xove: una propuesta por día. En el colegio de las Dominicas los niños se disfrazaron, pero también lo hicieron los maestros con una original propuesta en redes sociales; el “Mask Teacher”, con profesores disfrazados que fueron dejando pistas para adivinar su identidad.

Las maestras de Infantil del García Lorca. | ÁNGEL GONZÁLEZ

A la entrada del Colegio Noega permaneció todos estos días “Patarrona”, una bruja a la que le tiene respeto Rocío Quintanilla, de solo cuatro años. “Si no le hacemos caso nos salen granos en la nariz”, explicaba. Y lo que indica “Patarrona” es que los alumnos de este centro de Contrueces cada día deben ir vestidos de una forma peculiar. Ayer viernes tocó disfraz libre, pero el lunes obligó a llevar un calcetín de cada color, el martes sombrero, el miércoles gafas y el jueves algo en el cuello.

Los niños del Noega, con lo bruja “Patarrona”. | ÁNGEL GONZÁLEZ

“Queremos disfrazarnos todo el año”, gritaba Martín García, con un antifaz de “Spiderman”, igual que su compañero Nel Fuertes. “Ya que los críos no iban a poder vivir el Antroxu queríamos que, con seguridad, lo disfrutase en el centro. Ha sido un año muy difícil, y el colegio es el único sitio donde se relacionan”, cuenta el director del centro, Arturo Arias.

Dos princesas en el colegio de las Dominicas. | ÁNGEL GONZÁLEZ

De personajes ficticios también fue la gran novedad durante esta semana en Tremañes, donde se animó a los estudiantes a vestirse cada día con una prenda, con el objetivo de que el personaje “Superbeya” echase a “Velutina” de Asturias. Todos esperan echar además al virus para que el Antroxu vuelva a ser como siempre, juntos y revueltos.