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Marín abandona el PP: “Me amenazaron, la dirección regional es un circo de fieras”

“Me dijeron: o te vas, o te sacamos; son una patética caricatura siciliana”, afirma el expresidente | La gestora gana fuerza como salida

Mariano Marín, ayer, en el Puerto Deportivo. Juan Plaza

“La presidencia regional ha hecho de mi desaparición política y civil su obsesión y del asalto cruento al PP de Gijón su prioridad”. Con estas palabras Mariano Marín, hasta ayer presidente del Partido Popular en la ciudad, anunció que abandona la política y su formación política. Lo hizo con un ataque frontal a la dirección autonómica, con la presidenta, Teresa Mallada a la cabeza, a quien acusó de haber usado “todo tipo de trampas, artimañas y falacias” para lograr su “dimisión forzosa”. El comité regional de garantías del PP, a raíz de una denuncia promovida por dos tercios de la junta local, había acordado este martes abrirle un expediente y estudiaba suspenderle en el cargo. Era una intervención orquestada, según Marín, como parte del “boicot” de Mallada y su equipo, a quien tildó como “un circo de fieras”. Para la sucesión de Marín existen tres escenarios: un congreso extraordinario, una votación de la junta local que elija nuevo líder o una gestora. Esta tercera es la que ha cobrado más fuerza en las últimas horas.

Marín explicó sentirse víctima de “una brutal campaña de desprestigio” urdida por la dirección regional del partido para lograr su marcha. Citó durante su intervención un momento clave: el “ultimátum” que Mallada supuestamente le lanzó el día 15 de enero para instarle a abandonar su cargo, desvelado por LA NUEVA ESPAÑA. Fue, siempre según el ahora expresidente, la última reunión presencial que tuvo con Mallada y con el secretario general autonómico, Álvaro Queipo. Se produjo en la sede regional del partido.

“Fue media hora de agresividad e histéricos ataques políticos y personales. Treinta minutos de amenazas y chantajes más propios del mundo de los bajos fondos que de la política”, aseguró Marín, que citó “cinco frases literales” de ese encuentro: “O sales por tu voluntad, o te sacamos; tienes una semana; vas a acabar mal, muy mal; no me cuesta nada ir a los medios y decir que no te quiero de presidente; no es nada personal, es política”. A juicio del expresidente “se cruzaron todos los límites de la decencia” en esa reunión tan breve: “Se invadió mi vida privada, exigiendo mi dimisión porque al contrario acabaría mal mi prestigio personal y mi reputación profesional. En aquel momento, ante mí, el PP de Asturias dejó de ser un partido político para convertirse en una patética caricatura siciliana”.

Considera Marín que las “amenazas” de esta reunión empezaron a tomar forma apenas una semana después, “con la puntualidad del verdugo y la trapacería del cobarde que se embosca tras unas siglas”. “El ‘ultimátum’ se empezó a cumplir y las descalificaciones se trasladaron a la plaza pública. Fue una salvaje campaña de falsedades, una puesta en escena de la bazofia más carroñera, una maniobra de distracción perfectamente orquestada”, aseveró en la lectura de su comunicado de ayer.

Pese a ello, Marín reconoció también que no tenía previsto ceder a lo supuestamente dictado en esta reunión: “Yo estaba dispuesto a agotar el mandato que democráticamente me fue otorgado hasta que tres acontecimientos han desbordado mi paciencia”. Él cita otros tres acontecimientos que “desbordaron” su paciencia, tres hechos que a su juicio “evidencian la descomposición moral de la dirección regional del PP” porque “se cruzaron todas las líneas rojas”. El primer ocurrió “hace unos días”, cuando “usando de correo a un amigo personal que nada tiene que ver con la política” la dirección regional le hizo llegar “amenazas” sobre su “futuro político y personal”. El segundo sucedió, el 29 de enero, en una reunión del comité ejecutivo autonómico, donde “tomó la palabra la diputada nacional Paloma Gázquez para denunciar que miembros de ese órgano le habían deseado la muerte cuando contrajo el covid”. El tercero fue “la insidiosa insinuación” recibida el pasado jueves por parte de Mallada, que “sugirió sin pruebas” que Marín había filtrado una noticia sobre una investigación de la Fiscalía contra la presidente por corrupción, finalmente archivada.

Mallada y Marín. Ángel González

Marín se mostró claro. “Con este tipo de personas no puedo seguir ni un minuto más”. Cree haberse labrado estos últimos años “una reputación intachable”. “No quiero compartir siglas con una dirección tóxica que representa todo lo que yo detesto. No puedo seguir aguantando la vergüenza de su forma de proceder. No puedo participar en este gran fraude. No tengo por qué soportar desprecios”, aseveró, incidiendo en que “la política basada en el exabrupto ordinario y la falta de escrúpulos y de moralidad” no entran en su “código ético”. Y prosiguió: “El linchamiento público con que se intenta avasallarme me duele y me preocupa. Los sentimientos que más me embargan son la tristeza y la vergüenza ajena”.

En consecuencia, Marín aseguró haber enviado al presidente nacional de partido, Pablo Casado, una carta en la que se le informa de “las tropelías que se están llevando a cabo en el PP de Gijón”. “Le expreso mi opinión sobre las causas y responsables de la degeneración del partido en Asturias y le insto a tomar las decisiones oportunas antes de que se quede sin siglas sobre las que intervenir”, señaló. En su misiva también incluyó una voraz crítica a su hasta ahora secretario general del PP en Gijón, Pablo González, a quien acusó de “una falta absoluta de colaboración”: “Ni una sola vez en el último año y medio Pablo González me ha ofrecido su ayuda. Nunca he sentido su respaldo o cooperación. Todos conocen su zigzagueante trayectoria. Los golpes de pecho en la última junta son clara expresión de su forma de ser”.

Terminó Marín con su agradecimiento a los mensajes de apoyo que dice haber recibido en las últimas semanas por parte de “muchos miembros de la junta, nuevas generaciones y vecinos”, incluida la expresidenta regional Mercedes Fernández, porque “lo mejor del PP siguen siendo sus afiliados” y no la directiva del partido, “que se encamina peligrosamente hacia su descomposición en medio de un clamoroso silencio cómplice”.

"La decisión correcta", dice el PP de Asturias

Álvaro Queipo, minutos después de la lectura del comunicado de Marín, agradeció al ya expresidente local “haber tomado la decisión correcta” y negó “abiertamente” haber sido partícipe de esa supuesta campaña de amenazas. “La marcha de Marín realmente abre el dique de la ilusión de los afiliados del Partido Popular en Gijón. No hay que perder la perspectiva: esto surge en el seno de la junta local de Gijón por el descontento de un grupo mayoritarios de afiliados y miembros de la junta”, explicó, recordando también que el comité de garantías es un organismo “autónomo” que no está “teledirigido” por la dirección regional. Reconoció que “hace mucho” que no habla con Marín y explicó que ahora se abren “varias vías posibles” en el PP de Gijón, aunque garantizó que su futuro “lo decidirán los afiliados”.

La senadora y expresidenta regional del partido, Mercedes Fernández, tildó a Marín como “una persona de prestigio” en Gijón que “se incorporó al PP lleno de ilusión y con muchas ganas de hacer cosas por su ciudad”. “Aportó serenidad, ideas y trabajo en momentos no fáciles”, dijo. También “fue un excelente delegado del Gobierno de Mariano Rajoy”. “Es un hombre tranquilo, pacífico y elegante”, dijo. “Me entristece mucho su baja en el PP, lo digo desde el respeto a su decisión personal”, añadió. Javier Cuesta, secretario general del PP de Oviedo y concejal de Economía del Ayuntamiento de la capital, aclaró que su equipo “respeta” la “decisión personal” de Marín y que espera que el partido “normalice la posición de Gijón”.

Marín se tomará ahora “un descanso de la política” y se dedicará a su profesión de abogado. “Para volver a este partido tendrían que cambiar muchísimas cosas. En estos momentos lo veo imposible; han tratado de descuartizar mi imagen”, aseveró, rotundo.

Marín abandona el PP: “Me amenazaron, la dirección regional es un circo de fieras”

LA NUEVA ESPAÑA desveló todo el proceso

LA NUEVA ESPAÑA adelantó en exclusiva los cinco episodios del proceso que desembocó ayer en la salida de Mariano Marín del Partido Popular. Este periódico destapó el 24 de enero el ultimátum que nueve días antes le había dado la presidenta regional, Teresa Mallada, para que dimitiera en una tensa reunión junto al secretario general, Álvaro Queipo. El 26 de enero, Marín eligió estas páginas para responder a ese envite, señalando que no se iría “forzado”. Fueron esas palabras las que desencadenaron una recogida de firmas entre miembros de la junta local para reprobar al presidente, operación de la que dio cuenta este diario el 27 de enero. El 10 de febrero, esta cabecera informó también de la segunda recogida de firmas, en este caso, para presentar una demanda contra el líder local ante el comité autonómico de derechos y garantías. Por último, el 16 de febrero, se dio cuenta de la reunión frustrada de este órgano, previa a la que culminó horas después en la apertura de un expediente.

Los cinco momentos claves del proceso, en LA NUEVA ESPAÑA

  1. Mallada exige a Mariano Marín que dimita por su inacción al frente del PP local | 24.01.2021 (Pincha en la fecha para leer cada noticia)
  2. Marín mantiene el pulso con Mallada y rechaza dimitir “forzado” del PP de Gijón | 26.01.2021
  3. Miembros de la junta local del PP promueven la reprobación de Marín | 27.01.21
  4. Masiva recogida de firmas en el PP para abrir expediente a Marín | 10.02.2021
  5. El PP se prepara hoy para la suspensión de Mariano Marín como presidente local | 16.02.2021

Mallada, a los afiliados: “El PP de Gijón estaba en el letargo"

La presidenta del Partido Popular de Asturias, Teresa Mallada, envió ayer una carta a sus afiliados tras conocer la dimisión de Mariano Marín, líder del partido en Gijón, en el que garantiza que la marcha del abogado supone que el grupo local saldrá “rápidamente del letargo en el que se encontraba”. Se trata de un comunicado dirigido a los afiliados y sin ningún tipo de mensaje directo –ni positivo ni negativo– hacia Marín. La líder regional explica que su misiva es “un mensaje de tranquilidad y esperanza”. De tranquilidad porque, “a pesar de la dimisión del presidente local, la junta directiva local del Partido Popular de Gijón continúa plenamente activa y cuenta con el respaldo total del Partido Popular de Asturias, que presido”. Y de esperanza “porque el Partido Popular de Gijón cuenta con multitud de afiliados con capacidad e ilusión para participar activamente en la vida política”, por lo que, con el “apoyo incondicional” de la dirección autonómica, Mallada espera que la formación en la ciudad “pueda salir rápidamente del letargo en el que se encontraba” y “trabajar decididamente en situarse en el lugar que se merece”.

Por la izquierda, Mariano Marín, Pablo González, Teresa Mallada y Alberto López-Asenjo.

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