“Queremos un puerto también verde y que apueste por lo que está apostando el Gobierno de España y el conjunto de Europa, que es ir a una descarbonización e ir a opciones más sostenibles, más verdes”. El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Gijón, Aurelio Martín remarcó ayer así la postura del gobierno local respecto a la actividad granelera en El Musel, pese al estudio encargado a la Universidad de Oviedo y a una empresa por la Autoridad Portuaria de Gijón sobre las manchas de carbón en la playa de San Lorenzo, que desliga de la actividad actual de El Musel y apunta que el carbón que cae a las aguas portuarias allí queda, analizando la orografía y a las corrientes marinas.

El avance de este informe fue presentado en la última reunión del consejo de la Autoridad Portuaria, como adelantó LA NUEVA ESPAÑA. Martín señaló ayer que “desde la concejalía y también desde el gobierno tenemos una preocupación con este tema”.

“La reflexión que quiero trasladar es que en plena década de la descarbonización de la economía española, que además trae como consecuencia el cierre de nuestras minas y de nuestras centrales térmicas, no es normal que el tema del carbón sea un problema en la ciudad”, señaló el edil, para indicar a continuación que “yo respeto cualquier informe que pueda hacer el Puerto, que evidentemente está en su derecho, pero el mensaje que queremos lanzar desde aquí es que cualquier elemento de manipulación de carbones tiene que tener cada vez un nivel de exigencia mayor para que no influya ni en la contaminación atmosférica ni en la playa de San Lorenzo; no queda otro camino”, recalcó Martín.

“Cuando las Cuencas ya no sufren las consecuencias de la actividad minera, lo que no podemos es sufrir la ciudad de Gijón. Por lo tanto, cualquier mecanismo de manipulación de carbones tiene que ser desde la más estricta exigencia de que esto tendrá el menor impacto tanto en términos de contaminación atmosférica como en términos de contaminación de nuestras aguas”, agregó el concejal.

No todo fueron críticas por parte del edil, que también aprovechó para felicitar al Puerto por otras iniciativas “en el sentido de que en Gijón se instalen empresas que tienen que ver con esto, con la sostenibilidad”, en referencia al proyecto de la firma Preco para implantar en El Musel una fábrica de combustible a partir de residuos plásticos.

El concejal recordó que sus manifestaciones están en sintonía con las ya expresadas por la Viceconsejera de Medio Ambiente, Nieves Roqueñí, y por la Alcaldesa, Ana González, en declaraciones a este diario. De hecho, el nuevo plan del aire para el oeste de Gijón impondrá más medidas correctoras para el manejo y acopio de graneles en El Musel, tanto para evitar vertidos al agua como nubes de carbón, algo esto último que exaspera a los vecinos del entorno.

Con ese estudio, que estará concluido en unas semanas, la Autoridad Portuaria presentará una visión distinta al informe elaborado para el Ayuntamiento por el Incar, que concluyó que la mayor parte del carbón que hay en la playa gijonesa mezclado con la arena y el de las avenidas de carbón es imposible que proceda del hundimiento en 1986 del granelero “Castillo de Salas” frente al Cerro de Santa Catalina. El Incar sostiene que la actividad desarrollada en El Musel a lo largo de los años es de manera altamente probable el origen de las avenidas de carbón en la playa.

Podemos-Equo

Por su parte, el grupo municipal de Podemos-Equo va a solicitar que se convoque el Consejo Sectorial de Medioambiente y que se emplace a acudir al mismo al presidente de El Musel, Laureano Lourido, y a los expertos que realizaron el estudio del Incar y el de la Universidad de Oviedo.