La mayor parte de los afectados por el cierre de iDental renunciarán a apelar tras las sentencias en las que se les deniega una indemnización. “Tienen mucho miedo, no quieren exponerse a que les impongan nuevas costas porque no podemos olvidar que se trata de personas en su mayoría humildes que se han endeudado para hacer frente a unos tratamientos que no han completado, y que les han dejado mal”, recuerda el letrado Javier Dapena.
Su despacho se ha hecho cargo de unos 120 pacientes, y han llegado a un proceso judicial de momento unos 25. En todos los casos las sentencias hablan de que los hechos juzgados ya habrían prescrito, algo “difícilmente demostrable”, sostiene Dapena, quien recalca además la imposibilidad de imputar mala praxis a los odontólogos aun cuando está “demostrado de sobra que el trabajo no se hizo bien” por el hecho de que “estamos hablando de una clínica, y los dentistas eluden la responsabilidad”.
