El “Eleanor Roosevelt”, el ferry rápido construido por Armón Gijón para la naviera Baleària, se trasladará hoy desde la dársena de armamento del astillero gijonés a El Musel, desde donde hará las pruebas de navegación. La construcción del barco, un contrato de 90 millones de euros, comenzó en el mes de diciembre de 2018 con el corte de la chapa de aluminio con la que está fabricado. Después de 26 meses, los trabajos están prácticamente finalizados y su salida hacia el puerto gijonés se realizará aprovechando una de las pleamares de hoy, en torno a las tres de esta tarde.

La maniobra será delicada, debido la manga del buque, el más ancho de todos los construidos en el astillero gijonés en toda su historia. Se tratará de hacer pasar una embarcación de 28 metros de manga por la bocana de la dársena de Armón, que tiene una anchura de 30 metros. De hecho, la entrada del ferry en la dársena de armamento, tras su botadura de la grada del astillero en pasado 18 de septiembre, se prolongó durante una hora. Aquella maniobra de botadura y posterior entrada en la dársena fue seguida por centenares de gijoneses desde el entorno de la playa de El Arbeyal, lo que obligó a la Policía Local a intervenir para despejar esa multitud, como precaución para evitar contagios por coronavirus.

El “Eleanor Roosevelt” es un barco con casco de catamarán y construido en aluminio. Cuenta además con motores duales de gasoil y gas natural. Sus dimensiones son 123,3 metros de eslora por 28 de manga y 7,8 metros de puntal. El buque está diseñado por una ingeniería de Australia –país cuyos astilleros monopolizaban hasta ahora la construcción de ferrys rápidos de gran tamaño– y puede transportar 1.200 pasajeros. En cuanto a la carga, los 1.925 metros lineales de sus bodegas permiten albergar 400 coches o alternativamente 250 coches, reservando 400 metros lineales para camiones. El barco será manejado por 11 tripulantes y su velocidad de servicio será de 35 nudos (casi 65 kilómetros por hora), pudiendo alcanzar otras mayores si es preciso. El barco también ha sido adaptado para trabajar en las actuales condiciones de pandemia, con mayor distancia entre butacas, pasillos más amplios y digitalización.

Este buque será el ferry rápido más grande del mundo y además el primero en usar gas natural licuado como combustible, dentro de la estrategia de la naviera española de emplear gas natural en su flota. De hecho, Baleària ya ha construido en otros astilleros ferrys convencionales con motores de gas natural y ha reconvertido en los últimos años seis de los ferrys convencionales con los que ya operaba, reemplazando sus viejos motores de fuelóleo por otros de gas natural, combustible mucho menos contaminante.