Cristal quebrado de la tienda de cosmética que el hombre intentó atracar en la avenida de Galicia. | Marcos León

Intranquilidad en El Natahoyo después de que un hombre haya intentado robar en al menos dos comercios del barrio, una cafetería y una tienda de peluquería y cosmética, en cuestión de horas. El hombre, que la Policía Nacional espera identificar pronto al haber sido grabado por las cámaras de seguridad de ambos negocios, optó por una estrategia poco habitual: perpetró sus ataques antes del toque de queda y en ambos casos con varios testigos que, intuyen los agentes, fueron quienes con sus gritos provocaron que el ladrón saliera huyendo antes de poder sustraer ningún objeto. “Ha sido muy raro, casi a plena luz del día y con vecinos asomados por las ventanas. ¿A quién se le ocurre intentar robar así?”, se pregunta Patricia Regueras, empleada de la tienda asaltada.

La cafetería, ubicada en la confluencia de la calle Bailén con camino de la Fábrica de Loza, fue la primera en caer y lo hizo pasadas las ocho y media de la tarde, una hora que la Policía Nacional reconoce que “no es en absoluto habitual” para estos delitos. El varón, que tal y como se aprecia en las grabaciones en las cámaras de seguridad llevaba un abrigo burdeos y pantalones oscuros, reventó con una alcantarilla una de las lunas del local y salió huyendo de forma casi instantánea sin que, según declaró a los agentes la dueña del establecimiento, haber logrado robar nada. Los policías, de hecho, intuyen que el hombre ni siquiera intentó acceder al recinto –explican que, por el irregular boquete que dejó en el cristal, si hubiese accedido, tendrían que haberse cortado y dejado algún resto de sangre– y simplemente quería “causar daños” o comprobar cómo de fácil le resultaba quebrar el escaparate para futuros intentos mediante este procedimiento. La otra opción, también viable, es que el hombre se viese descubierto por testigos y temiese la rápida llegada de los agentes.

Ni siquiera dos horas después, algo antes de las 22.00 horas, se dio el aviso de un golpe similar y a escasos 700 metros de distancia, en la avenida de Galicia número 96, sede de una de las tiendas de la franquicia Comercial Astur. En este caso, se sospecha que fue el mismo varón el que reventó de igual manera el escaparate de entrada al establecimiento. Explica Regueras que en este caso sí logró acceder al interior. “Sale perfectamente grabado en las cámaras de seguridad. Vino hasta la máquina registradora y vio que no había dinero, porque a día de hoy ya nadie deja dinero ahí por las noches, y con las mismas se marchó, muy deprisa. La Policía llegó rapidísimo y no lo logró cazar, pero no creo que tarden mucho”, asegura. Este segundo asalto, aunque ya era de noche, causó incluso más revuelo. “Nos contaron los vecinos que hizo un ruido tremendo para romper el cristal, que es muy fuerte, y que muchos le estaban viendo por la ventana, pero él siguió a los suyos. Corrió un riesgo tremendo y luego ni siquiera se llevó nada. Podría haber cogido perfumes o planchas de pelo que estaban a la vista. Es extraño, pero traía guantes: sabía lo que hacía”, completa la afectada. Los agentes ya tienen las grabaciones de los dos intentos de robo y esperan recoger multitud de declaraciones de testigos para dar pronto con el culpable.