Entre el “hartazgo” y la sensación de “pérdida de tiempo”. El sentir de vecinos, empresarios y sindicatos respecto a la nueva vuelta de tuerca con la estación intermodal, con la propuesta de hacer definitiva la ubicación de Sanz Crespo, es de cierto desasosiego. “Que se dejen de dar vueltas y hagan algo ya”, resumen.

El presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, Félix Baragaño, señala que “es inconcebible que en el año 2021 Gijón sea la única ciudad de España con más 50.000 habitantes que no cuenta con una estación intermodal”. “Lo que corresponde en estos momentos es que, cuanto antes y de manera consensuada, se adopte y ejecute un proyecto viable que cumpla con tres premisas fundamentales y que toda infraestructura de estas características debe tener: centralidad, intermodalidad y eliminación de la barrera ferroviaria”, asevera.

“Esto ya se veía venir, ya advertimos cuando nos fuimos del Humedal de que esto iba a ser definitivo”, asegura Luis Blanco desde el sindicato ferroviario de UGT. “No hay nada, ningún proyecto consolidado, sólo mentiras y años de pérdida de tiempo para quedar como estábamos”, denuncia, a la par que prevé que “lo único que se hará será cambiar una calle más acá la estación de Alsa, cuando lo que hace falta desde el principio es un consenso político sobre un asesoramiento técnico fiable”. Su homólogo en CC OO, Juan Carlos Lora, va más allá: “Esto es patada y a seguir otra temporada”, sostiene. “Seguir en Sanz Crespo supondrá seguir sin unir los barrios, lo que hay que hacer es poner la estación en La Calzada y soterrar desde allí, qué más dará hacer transbordo para coger el metrotrén en un punto o en otro”, reflexiona. Las nuevas propuestas son por ello, a su juicio, “ganas de no hacer nada”.

Los vecinos de los barrios más afectados no esconden su cansancio por los constantes cambios de criterio. “Es una vergüenza, no hay nada que hablar porque no se va a hacer nada. Es todo una ocurrencia tras otra”, apunta Florencio Martín desde la asociación de vecinos de Laviada. Manuel Cañete, presidente del Polígono y de la Federación Vecinal, cree que dejar la intermodal en Sanz Crespo es “una barbaridad que nos pondrá una tapia frente a las viviendas, mantendrá la calle Sanz Crespo cortada para siempre y miles de coches entrando por la avenida de Portugal”. “Aunque sin planos ni planes, esto no es más que entretenernos”, recalca. Desde la zona centro, la líder vecinal, Maite Martín, cree que “es una tomadura de pelo que demuestran el poco respeto que tienen hacia la ciudadanía de Gijón y el nulo peso político de la ciudad a nivel nacional”.

La plataforma Asturias al Tren también expresa por boca de su presidente, Carlos García, su “radical desacuerdo” con el planteamiento de Sanz Crespo. “Así no vamos a atraer pasajeros después de la pérdida enorme en los últimos años, las cercanías tienen que llegar al centro aunque la larga distancia se deje más lejos, es fundamental para favorecer el uso del tren”, recalca.

El presidente de la Confederación Asturiana de la Construcción, Joel García, sostiene que a su organización no le corresponde decidir cuál es el mejor proyecto. “Pero sí pedimos que se deje de dilatar en el tiempo de una vez por todas y se tomen decisiones con rapidez para poder empezar a ejecutarlo. Eso es lo que necesita Gijón y Asturias en este tipo de proyectos, agilidad”, apunta.

El que fuera edil de Podemos y candidato a la alcaldía de Por Gijón, David Alonso, fue de los pocos que pidió en su día usar Sanz Crespo para la nueva estación. “Se esta volviendo a hinchar el globo de la ilusión de que ahora con esta vuelta de tuerca al proyecto va a arrancar, cuando para una obra de 400 millones este año hay destinados 300.000 euros. Resultaría cómico todo el asunto si no fuera que no tener una estación de trenes decente en una ciudad como Gijón en el año 2021 no fuera un insulto al sentido común”, sentencia.