Un paraninfo es, por definición, “una sala de una Universidad o de otros centros de enseñanza destinada a la celebración de actos públicos”. Pero en el caso de la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos, el Paraninfo de la Laboral es un espacio codiciado por el que tienen que “pelearse” para poder organizar en él sus actividades. El motivo, según explica el decano del centro, Levi Pérez Carcedo, obedece a una decisión de hace años y a un choque de intereses derivado de la titularidad del edificio. “La Universidad no es dueña del espacio, el propietario es el Principado, que a su vez ha cedido su gestión a la Sociedad Pública de Gestión y Promoción Turística y Cultural del Principado, Recrea”, explica el decano. Pero una resolución administrativa de Cultura establece a su vez que “la Universidad tendrá preferencia respecto al uso del Paraninfo de la Universidad Laboral”. En la práctica, “esto no es así”, denuncia Pérez Carcedo.
El decano sostiene que la situación es “absurda”, habida cuenta de que el acceso oficial a la sala es a través de la Facultad. “En su día pusieron una puerta y tenemos que pedir permiso a Recrea para abrirla si hay algún acto. De lo contrario los alumnos tendrían que entrar por la escalera de caracol desde la cafetería de la Laboral”, dice. “A ello se suma que Recrea ha visto que es un espacio al que puede sacar rentabilidad alquilándolo para todo tipo de eventos y cada vez lo utiliza más, sin tenernos en cuenta, dejándonos a nosotros sin apenas margen de organización”, añade. Como, por ejemplo, con la puesta en marcha de la Cinemateca, “de la que nos enteramos por la prensa” y que supone el bloqueo del espacio durante dos días cada vez que hay proyecciones.
Todo ello, cuando el uso preferente es de la Universidad. “Aún así nos vemos obligados a pedir permiso a la Sociedad Pública para nuestros eventos; somos la única Facultad que no cuenta con un espacio propio para ello”, lamenta Pérez Carcedo, quien llama a “acercar posiciones”. “No podemos estar el lucha porque somos vecinos y debemos entendernos”, añade. De hecho, antes de la pandemia la intención era la de acordar un protocolo de usos, pero ahora se ha quedado en suspenso. “Urge retomarlo”, asevera. De lo contrario, podrían repetirse escenas como la vivida hace no tanto, cuando. “Íbamos a celebrar una junta de decanato y el Paraninfo estaba ocupado por una empresa que estaba vendiendo colchones”, indica el decano.
