El personal de la gasolinera de Mareo asaltada pistola en mano en la noche del lunes, como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, volvió ayer la normalidad aún con el miedo en el cuerpo. “Ha sido un buen susto”, señalaban las compañeras de la dependienta que estaba al cargo del negocio cuando se produjo el robo, perpetrado por dos encapuchados, que contaron con la ayuda de un tercer hombre. Los tres huyeron en un vehículo que habían robado poco antes en Gijón y que ya se encuentra en manos de su propietario tras su hallazgo horas después del robo. “En las afueras siempre hay más riesgo y estamos más expuestos”, comentaban los trabajadores, tras retomar la actividad en la estación a primera hora de ayer.

“Desconocía lo del atraco. Paro algunas veces aquí, no tengo esa sensación de lugar inseguro, pero es algo que nunca se sabe cuando puede pasar”, explicaba un camionero, en plena labor de reparto, mientras efectuaba una parada en la gasolinera de Mareo. El atraco tuvo lugar en torno a las nueve de la noche del lunes, cerca de una hora antes de que se produjese el cierre de la estación de servicio. Dos personas asaltaron la gasolinera para llevarse unos 400 euros, según explica la Guardia Civil, mientras un tercero les esperaba como conductor de un coche robado. El propio afectado había denunciado su desaparición en Nuevo Gijón, en la calle Dolores Ibárruri, el pasado lunes sobre la ocho y media, instantes antes de que se produjesen los hechos.

El atraco se saldó sin heridos. Los ladrones llegaron en un Seat Ibiza y fueron directos al supermercado. Los encapuchados enseñaron el arma a la trabajadora que se encontraba en el interior, sin llegar a encañonarla, y se llevaron lo que pudieron. Varios agentes de la Guardia Civil llegaron pocos minutos después al lugar de los hechos, pero los asaltantes apenas permanecieron unos pocos segundos, ya que ejecutaron con extrema rapidez su operación, y aprovecharon la cercanía a la autovía, un gran nudo de comunicación, para escapar. La Guardia Civil investiga si los tres ladrones que asaltaron la gasolinera de Roces son miembros de la llamada banda del Seat León, un grupo que ha perpetrado numerosos asaltos en la región, algunos violentos.