El gijonés procesado por traficar con drogas en un bar de la calle La Mancha llegó ayer a un acuerdo con el Ministerio Fiscal, que pedía de inicio una condena de siete años de prisión, para asumir una pena de dos años y el pago de una multa de 2.000 euros. Este individuo había sido sorprendido por la Policía en posesión de casi diez gramos de cocaína en febrero del año pasado. El fiscal retiró el cargo de venta de droga en establecimiento público.