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“Javierada” en la Basílica

El Sagrado Corazón inicia la novena en honor de San Francisco Javier, una de las más antiguas de la ciudad

Asistentes a la primera misa de la novena en el Sagrado Corazón, ayer, al mediodía.

Corría el año de 1633 y con ocasión de la fiesta de la Inmaculada, en Nápoles, San Francisco Javier obró un milagro que había de pasar a la historia. Desde un andamio con el que se estaban llevando a cabo algunas obras en una iglesia de la ciudad italiana se cayó un martillo de dos kilos de peso e hirió mortalmente al padre Marcelo Mastrili. “No podían darle ni la comunión porque no podía tragar ni una gota de agua. Pero acudió a San Francisco Javier y se curó. Mastrili hizo voto de que si sanaba, él también iría a Japón de misionero. Lo cumplió y allí murió mártir de la fe de Cristo”. La historia, narrada ayer ante varias decenas de fieles por el párroco de la basílica del Sagrado Corazón, sirvió para dar inicio a la novena en honor del santo, “una de las más vetustas y queridas por los fieles de la ciudad”, festeja el sacerdote.

La primera novena oficial en honor de San Francisco Javier se hizo en el mundo en 1658, gracias al jesuita Alejandro Filipucci, y él fue quien fijó la fecha del 4 al 12 de marzo. Porque “fue en esa fecha, un 12 de marzo, aunque del año 1622 cuando fue canonizado el santo navarro”, relata Robles. Se trata de una figura que goza de mucha devoción en Gijón, afirma el párroco, y de hecho “los navarros que viven en la ciudad celebran mucho a San Francisco Javier el 3 de diciembre, coincidiendo con el día de Navarra”, y lo hacen en la basílica “porque aquí tienen una imagen del santo que es muy apreciada”.

Desde ayer y hasta el día 12 s e celebra la novena en el Sagrado Corazón a las 12.30 horas, con varios temas de reflexión: la casa y la familia de San Francisco Javier, la etapa de sus estudios en París, el encuentro con Ignacio de Loyola, la Compañía de Jesús, su paso por la Corte de Portugal, su viaje a la India, su estancia en aquel país como misionero, su estancia en Japón y su muerte y mensaje. Decenas de fieles le rinden homenaje estos días, como si de la popular “Javierada” navarra se tratara, pero en clave local.

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