Atentar y lesionar a cuatro agentes de la Policía Nacional le ha salido al exmilitar senegalés Papagore Ndoye, de 43 años y que protagonizó un violento altercado en la calle Juan Alvargonzález en agosto de 2019, por 16 meses de prisión (seis años de cárcel pedía el Ministerio Fiscal) y el pago de una multa de 640 euros. Además, deberá indemnizar a los agentes por los daños sufridos con 11.120 euros y una vez que la sentencia sea firme (lo previsible es que recurra ante la Audiencia Provincial) se pondrán en marcha todos los trámites para proceder a su expulsión del país. Una sentencia que viene a avalar la queja de los agentes por la laxitud de las condenas por delitos de atentado a agente de la autoridad y que suponen ya el 30 por ciento de todos los delitos que se cometen en Gijón.
El magistrado del Juzgado de lo Penal número 2 de Gijón considera probado que el exmilitar senegalés –con dos condenas firmes a sus espaldas por el mismo delito– se encontraba “increpando a las personas y golpeando el mobiliario urbano” en la calle Juan Alvargonzález, poco antes de las nueva de la noche del 8 de agosto de 2019. Varios agentes de la Policía Nacional se desplazaron hasta el lugar y, nada más verles, el ahora condenado comenzó a decirles que “no le tocaran”.
Papagore, tal y como se refleja en los hechos probados de la sentencia, comenzó a ponerse más violento y propinó un puñetazo en la cara a uno de los agentes intervinientes. En su ayuda fue otro compañero, al que el exmilitar senegalés también lanzó los puños, impactó de nuevo en el rostro y acabaron cayendo los tres al suelo. Fueron necesarios varios agentes para terminar de reducirle y esposarle mientras este individuo se revolvía “violentamente” y pronunciaba amenazas tales como “sé quién eres y el gimnasio al que vas y te puedo matar cuando quiera”. Eso sí, pese a reflejarlas en el escrito, no se le condena por un delito de amenazas y se incluyen dentro del delito de atentado a agente de la autoridad.
Tras este episodio, cuatro agentes resultaron heridos, especialmente uno de ellos que sufrió la fractura del tercer metacarpiano de la mano derecha, una lesión de la que tardó en curarse 159 días y hasta le quedó una cicatriz. Los agentes, que estuvieron representados por la abogada del sindicato Jupol, Sylvia Garrido Galindo, ejercieron la acusación particular contra este hombre. Todos coincidieron al declarar de la violenta actitud de Papagore Ndoye, condenado en enero de 2016 y en enero de 2017 por los mismos delitos de atentado a agente de la autoridad y lesiones. Esta sentencia sería la tercera condena.
A pesar de la agravante de reincidencia, el magistrado incluye en el fallo la circunstancia atenuante de ingesta de alcohol y drogas de Papagore en el momento de los hechos. Una anula a la otra. Tanto que la pena al final se ha quedado en diez meses de prisión por atentado, seis meses de prisión por un delito de lesiones y la multa de 640 euros que suman los dos delitos leves de lesiones. Incluye la sentencia las indemnizaciones a los agentes así como el abono de los gastos médicos generados y las costas del procedimiento, incluidas las de la acusación particular. Puede recurrir al TSJA.
El exmilitar alegó en el juicio, celebrado la semana pasada, que habían sido los policías lo que le agredieron a él (de hecho les llegó a denunciar, pero se archivó la causa) y que no había hecho nada. A ese argumento responde el juez que, de ser así, no se explica que cuatro agentes resultasen heridos.
Las claves del caso
- Antecedentes. Dos son las condenas con las que cuenta Papagore Ndoye por atentados y lesiones a policías, de 2016 y 2017. Ahora suma una tercera que puede ser recurrida ante el TSJA.
- Condena. Dieciséis meses de cárcel, multa de 640 euros y el pago de indemnizaciones por valor de 11.120 euros por agredir y lesionar a cuatro policías en el mes de agosto de 2019.
- Expulsión. La condena, tal y como pedía el fiscal, puede ser sustituida por la expulsión del territorio español. Una vez sea firme la sentencia darán inicio esos trámites.
“Hay un desprecio total a la autoridad”, denuncian los abogados expertos en atentados
Las quejas policiales por la laxitud de las penas de los delitos de atentado a agente de la autoridad, de seis meses a tres años de cárcel (el delito agravado, por emplear medios peligrosos va de un año a cuatro de prisión), las entienden especialmente los abogados especializados en este tipo de casos, que apuntan al alto consumo de alcohol y drogas como otro factor a tener en cuenta para que las condenas sean todavía más pequeñas a los agresores, como ha ocurrido en el caso de Papagore. “El consumo de drogas, pastillas o alcohol es un atenuante y se consume mucho, durante la pandemia todo se redujo, pero ya está volviendo de nuevo porque la gente sigue bebiendo”, señala la abogada Sylvia Garrido Galindo, convencida que no es culpa de los jueces, sino de “quien legisla”. De hecho, “siempre hay una actitud respetuosa por parte de la judicatura y la Fiscalía a estos asuntos”, señala. En la misma línea se muestra Ignacio Manso Platero. “Hay un desprecio total a la autoridad cada vez más habitual”, indica. “Frases como te cobro el uniforme o tu sueldo lo pago yo son frecuentes”, describe. El letrado también apunta a que muchas de esas conductas se producen bajo los efectos del alcohol y las drogas, que luego permiten rebajar las condenas.
