Una joven de 25 años que trabajaba como asistente de ayuda en domicilios ha sido detenida por agentes de la Policía Nacional acusada de haber robado en las casas de once de los ancianos a los que cuidaba. La investigada, de hecho, admitió los hechos explicando que había sustraído joyas para poder venderlas y conseguir un “plus” salarial a fin de mes, aunque parte del material robado sí ha podido recuperarse y ha sido devuelto a sus propietarios.

La investigación se inició con la denuncia de una mujer que se había percatado del hurto de las joyas de su madre de 90 años. Faltaban pendientes, anillos y una pulsera de un joyero de la habitación a la que sólo tenían acceso un fisioterapeuta y una asistente de ayuda al domicilio. Las pesquisas policiales, después, comprobaron que esta mujer había actuado otras diez casas, todas con ancianos de más de 80 años, y que llevaba hurtando este tipo de objetos desde 2019. No se descarta dar con más víctimas.