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Ana González Rodríguez | Alcaldesa de Gijón

Ana González: “Moriyón dijo que le gustaría hacer un Central Park en el 'solarón', pero nunca lo reflejó en un papel”

“Se explota una idea idílica del consenso sobre el Museo del Ferrocarril casi con banda de música y no es verdad, fue controvertido y rompió un acuerdo”

Ana González, en el viaducto de Carlos Marx, con la estación provisional de Sanz Crespo a la izquierda de la imagen. Ángel González

Desde la Alcaldía de Gijón, la socialista Ana González fue la primera en reivindicar que el proyecto de estación intermodal “volviera” al plan inicial de Moreda. Lo hizo con argumentos de ahorro de tiempos y dinero, que la hacían más factible en estos tiempos de pandemia que la opción del Museo del Ferrocarril, que es la fijada negro sobre blanco en el convenio firmado en 2019 por el Ministerio, el Principado y el Ayuntamiento dentro de la sociedad Gijón al Norte. Ahora, el Ministerio ha puesto otra pieza en el tablero de juego: reutilizar la estación provisional de Sanz Crespo para hacer la definitiva.

–¿Le gusta a la Alcaldesa de Gijón que la futura intermodal sea la estación de Sanz Crespo ampliada?

–Lo que me gusta es que haya estación intermodal. Ese es mi objetivo. Y no me parece mal aprovechar cosas siempre que se cumpla con unos estándares que deben ser marcados por el Ayuntamiento. Tal y como está no es una estación para Gijón, ni siquiera es acogedora. Necesita rehacerse, más que una mera rehabilitación. Tal y como nos lo cuentan, la obra física sobre la estación se hará en dos fases. Entiendo que el Ministerio y Adif tienen clara conciencia de que no es sólo una mano de pintura lo que estamos pidiendo. En todo caso, la propuesta de Sanz Crespo tiene mucho que ver con el mantenimiento de la playa de vías. Es una de las cosas que abarata el proyecto. Una de las claves.

–¿Cómo quedaría?

–Cercanías iría soterrada y larga distancia en superficie. También en Moreda iba en superficie. En la propuesta que nos presentaron faltaban elementos para completar su intermodalidad, como la estación de autobuses. Cuestión que ya señalamos. La propuesta la hace Adif y Adif se dedica a los trenes, pero garantizar la intermodalidad es una de las cosas en la que ya está trabajando el equipo formado desde el Ayuntamiento y el Principado. No podemos hablar de intermodalidad y olvidarnos de los autobuses.

–Para este viaje a Sanz Crespo no hacían falta esas alforjas.

–Para todo este viaje, todo, no hacían falta esas alforjas. Estuvimos ocho años sin que se hiciera nada por el empecinamiento de una persona en que la estación no podía ser en Moreda, el sitio que se había establecido por consenso. He encontrado una intervención de la alcaldesa Moriyón en el grupo técnico que se creó en el Consejo Social sobre el plan de vías donde dice que si no hay dinero no se puede hacer, pero ella propone un proyecto que cuesta más: el Museo del Ferrocarril. Yo estoy convencida de que todo respondía a un plan. Eso o no tiene sentido lo que pasó durante esos ocho años. Combinado con dejadez. El estudio informativo licitado por el último Ministro de Fomento del PP se adjudicó en mayo de 2018 y no empezó a hacerse hasta un año después. Yo no gobernaba esta ciudad entonces. La gobernaba Carmen Moriyón y Jesús Martínez Salvador era concejal, que ya podía haber preguntado por ello. Un año sin mover un papel.

–¿Hay que entender que el actual Ministerio da ya por descartada la estación del Museo?

–Yo creo que sí. No me atrevo a hablar por Adif, pero en la reunión quedó claro que se pronunciaban por Moreda.

–¿Entendiendo Moreda como espacio físico, ya sea la estación nueva prevista antes o la ampliación de Sanz Crespo?

– Exacto. Es verdad que puede sorprender que hablen de Sanz Crespo, pero entre la provisional y la nueva de Moreda hay menos de 300 metros. Es la misma zona con una pequeña distancia. De hecho, la ubicación de Moreda se elige, entre otras razones, porque estaba cerca de Sanz Crespo y eso permitía fasear el proyecto.

–¿El ahorro económico es el eje central de la operación?

–Hay varios ejes centrales. Uno económico, sin duda. Otro que tiene que ver con poner cuanto antes en marcha las cercanías. O mejor dicho, la estación. Hay que empezar a hacer la estación para que pase a ser una realidad y deje de ser palabras y la confrontación del “tú dijiste esto”, “tú hiciste lo otro”... Todo el mundo dijo todo. Yo quiero que la estación sea una realidad. Y hay otras cuestiones que tienen que ver con su funcionalidad y con planteamientos ambientales, que tenemos ahora y parece que se olvidan. Viabilidad medioambiental es una de las cosas que, por ejemplo, nos pide el Banco Europeo de Inversiones (BEI). El Museo del Ferrocarril no era viable medioambientalmente. Voy a decir más. ¿Pueden Moriyón y Cascos, porque en esta historia hay que volver a unirlos aunque ahora se hayan enfadado, garantizar que se iba a tener declaración de impacto ambiental en una zona tan cercana a la costa y donde se sabe que hay complicaciones geológicas No hay ningún informe que avale la posibilidad de hacerlo ahí. Si los hay, los debieron meter en otra carpeta, yo no los encuentro.

–Pues pese a no haber informes todos aprobaron el convenio donde se dice que la estación va en la zona del Museo. El PSOE también.

–Yo creo que las responsabilidades de unos y otros son distintas. Lo que yo viví, es verdad que desde fuera de la Corporación, y lo que se trasmitía en el PSOE de Gijón era un “Dios mío, esto se ha paralizado, no es bueno el sitio, pero no podemos seguir todos fuera o esto se alejará más”. Ese pragmatismo de mis compañeros y compañeras en el grupo municipal se extendió a otros grupos. Hay un cambio de posición en aras del consenso y una buena fe pensando que ese consenso es real. Ahora se intenta explotar una idea idílica de que el Museo del Ferrocarril fue una recorrido fácil, aceptado casi con bandas de música y la gente yendo campestremente a merendar delante para defenderlo pero no es verdad. Fue muy controvertido, rompió un acuerdo y ese cambio impidió que tuviéramos estación. Sin acusar al anterior gobierno de Foro se me intensa acusar ahora a mi de lo mismo pero hay una diferencia brutal. El Museo del Ferrocarril no tiene proyecto, ni declaración de impacto ambiental, ni sabemos realmente lo que cuesta. No tiene nada.

–¿Cómo se salva en la operación de Sanz Crespo la brecha física entre barrios?

–De la misma manera que se dice en el convenio, lo que pasa es que yo creo que poca gente lo ha leído. El convenio dice literalmente que la supresión de la barrera ferroviaria se hará cubriendo de forma integrada las vías conforme a la mejor solución técnica que arroje el proyecto. Dice cubrir, no soterrar. La propuesta del Museo no mejoraba en nada la de Moreda. No, no suturaba mejor, como dicen. Para nosotros una de esas condiciones irrenunciables es que se mantenga la circulación entre Laviada y Moreda. La solución de recubrimiento en losa con espacios ajardinados y de paso que van haciendo como colinas es la misma que había en Moreda y en el Museo. Eso no cambia en Sanz Crespo. Hace ya tiempo también planteamos al Ministerio, como posibilidad de futuro, que se pudiera soterrar. Incluso hasta Veriña. Pero en un futuro. Ahora toca la estación. Una estación que sea buena y que permita comunicar barrios. 

–¿Cómo afecta el cambio al plan urbanístico que tiene que ejecutar el Ayuntamiento?

–Hay que hacer modificaciones al plan especial, pero hasta que no tengamos el proyecto, no podremos concretar. Hay interferencias, pero ese problema ya lo teníamos en el Museo. Hay que recordar también que en el convenio se habla de aprovechar la máxima edificabilidad para vender. 

–¿En esa reformulación el Ayuntamiento defendería que el “solarón” quede como parque?

–No, sinceramente. No lo ha defendido nadie (por los grupos políticos) en los papeles que se han hecho. Ni el anterior gobierno. Moriyón dijo que le gustaría que fuera un Central Park, pero luego no lo reflejó en la documentación. Estamos hablando de un proyecto de muchos millones y sabemos que las plusvalías no lo van a financiar todo, pero si esto cuesta 300 y financiamos 70, son 70 menos a pagar. Es verdad que hay previstos edificios bajos y unas torres, pero no es asfaltar todo, ni mucho menos, se combina con zonas verdes. La idea es crear ese Gijón que queremos para otros muchos sitios.

–¿Se hizo lo suficiente para que el BEI diera financiación?

–El Ministerio es quien tuvo conversaciones con el BEI y el BEI les dijo que el proyecto actual no era financiable. En su comunicación, el Banco dice que no pudo estudiar toda la documentación necesaria. ¿Qué documentación se le iba a entregar si no había proyecto ni se sabía cuánto iba a costar? ¿Qué les decimos? Más o menos costará... Al BEI hay que ir con realidades. Me podrán decir que los bancos dan hipotecas para comprar casas sobre plano. Sí, pero se sabe lo que cuesta la casa y que es precio cerrado.

–¿Ya se trabaja en la redacción del nuevo convenio?

–Sí, y nos comprometimos a ser nosotros quienes propongamos el texto conscientemente. El Ayuntamiento tiene que ser el motor de este proyecto. Las tres administraciones estamos interesadas, pero quien más interesada está es Gijón.

–¿Plazos?

–No hay que engañar, son plazos complicados. El planteamiento es que en 2023 esté todo proyectado y en el 2024 estén las licitaciones y empezar obra. Tenemos grandes retos para llegar a esos plazos, pero el Ayuntamiento se tiene que poner de hoz y coz para ello, no hay más.

–¿Va a ser la definitiva?

–Yo pretendo que sea la definitiva. Mi objetivo político no es que el Ministerio ahorre, que el Principado ahorre o que Gijón haga otras cosas. Mi objetivo es que todo el mundo invierta en Gijón lo que tenga que invertir. Nosotros vamos a revisar todo lo que nos manden para no encontrarnos con ninguna sorpresa desagradable y que nuestras líneas rojas estén reflejadas. Si no tenemos la certeza de que todo está, no daremos el “ok”. Si no nos gusta la propuesta de Sanz Crespo, defenderemos la de Moreda. 

–Los técnicos tendrán que cuadrar planos y usted consensos. ¿Cómo lo va a hacer?

–Hablando y contando la verdad. La verdad es una gran garantía. Y cuando me digan “tienes que soterrar”, les diré que me comprometo a que figure exactamente lo mismo que les pareció bien en el convenio. Voy a ir con papeles aunque lo más que verán serán dibujos de ordenador porque no me voy a gastar un duro en publicidad. Y sin reabrir debates que ya quedaron zanjados, como el de la centralidad. La centralidad es el metrotrén. Quien viva en Viesques tendrá centralidad, quien esté en Cabueñes tendrá centralidad. No sé si la estación en el Museo es muy central si vives en El Bibio o El Cerillero, pero con el metrotrén sí porque es un transporte eficiente y sostenible que te deja donde quieres: cerca de tu casa.

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