Tremendo susto en la calle Electra después de que la Policía Nacional cortara ayer por la mañana la vía del barrio de El Llano para que los tedax retiraran un proyectil antiguo de aviación que apareció en un solar en construcción. El artefacto, con forma de bala gigante, pesaba 50 kilos de los que la mitad eran pólvora. El objeto fue desenterrado por los trabajadores de la obra y fue detonado horas después en el acuartelamiento del Cabo Noval. Los agentes pidieron a los vecinos que se metieran en sus casas y por precaución les rogaron que no se asomaran a la ventana durante el tiempo de la operación, algo más de dos horas. “Pensamos que había un muerto”, comentaron los vecinos.

El solar de la calle Electra donde apareció el objeto llevaba vacío varios años. Sin embargo, hace cosa de varias semanas una empresa de construcción comenzó las labores para levantar un edificio de cuatro alturas con plazas de garaje. En las labores de excavación, los obreros se encontraron con el objeto y dieron la voz de alarma. Eran cerca de las diez de la mañana.

“Pensamos que la Policía iban a pedir los papeles de la obra”, relataron María José y Dolores González, dos hermanas que regentan una tienda de calzado en la calle San José, justo enfrente de la calle Electra. No fue así. Según el relato de las dos mujeres, los agentes colocaron a los operarios de la obra en una esquina de la calle Electra con San José mientras durasen las pesquisas de los Tedax.

Ni los vecinos ni los comerciantes supieron con certeza qué es lo que estaba sucediendo en la vía, hasta pasadas varias horas. Algunos se temieron que la intervención policial pudiera deberse a un asunto mucho más grave. Así lo creyó el peluquero Jorge Ruiz, un argentino de 50 años, que tiene su negocio en la calle Fray Ceferino, justo al pie del solar en obras. “Pensé que se habían encontrado un muerto de algún crimen sin resolver. Uno nunca sabe que es lo que va a devolver la tierra”, afirmó. Quien acertó de pleno fue el mecánico Santiago Álvarez, que tiene su local justo a continuación de el de Ruiz. “Si no era un cadáver solo podía tratarse de una bomba antigua. Ya me pareció raro que dejaran de trabajar los obreros”, apuntó.

La Policía Nacional pidió a los vecinos que se metieran en su casas. También, que no se asomaran a las ventanas. Así lo cuenta María Montes, cuyo bloque está en primera línea junto al solar en obras donde apareció el proyectil. “No sabíamos qué pasaba. Echaron varias fotos y no nos dejaban salir de casa”, dijo. A Jéssica Marrero, una cubana que es dueña de una sidrería en la misma calle, el suceso le pilló abriendo su local. “La gente se quedó muy impresionada. Menos mal que al final no pasó nada”, aseguró la mujer, de 34 años.

La calle Electra recuperó la normalidad pasadas las doce del medio día. La Policía se llevó el objeto, de 70 centímetros de largo y 20 de diámetro, de la vía. Este no ha sido el único incidente de este tipo en Gijón en poco tiempo. En julio, los agentes desalojaron parte de la playa de San Lorenzo después de que un detectorista se topara con una bengala en mal estado.

El artefacto hallado en una obra de la calle Electra, en Gijón.