La subasta de los terrenos de la Ería del Piles como paso imprescindible y previo para proceder al desarrollo urbanístico de esta zona abandonada desde hace lustros y en un emplazamiento “privilegiado”, frente al Tostaderu de la playa de San Lorenzo, ha caído con buen pie tanto en el Ayuntamiento como entre los vecinos, deseosos de que por fin se puedan dar pasos para revitalizar esa superficie que supera los 38.364 metros cuadrados. “Es positivo que se vayan cerrando proyectos que construyan la ciudad. Hay que seguirlo de forma estrecha, pero es positivo que diversos proyectos, públicos o privados, que se han paralizado en la ciudad, se desbloqueen. Es un buen momento para ello, para desbloquearlos, en la etapa covid o postcovid, necesitamos movilización, actividad, y esa que movilización signifique construir un Gijón mejor”, valoró ayer la alcaldesa de la ciudad, la socialista Ana González, a preguntas de este periódico.

Con el mismo optimismo por dar pasos hacia adelante en un tema que lleva “oxidado” desde hace años se muestran los pocos vecinos, propietarios minoritarios, que se encuentran ubicados en la zona, que eso sí estarán “muy atentos” a la conclusión de la subasta y de las intenciones del comprador de los terrenos. “Es una oportunidad única para invertir y desarrollar una zona deteriorada, pero que se encuentra en un lugar privilegiado. En toda la costa del Cantábrico no hay ni un solo lugar como este, con estas dimensiones frente al mar, en primera línea, en el que pueda acometerse el desarrollo urbanístico. Aunque debe hacerse con prudencia”, valoró ayer Julio Quirós, portavoz de las familias que residen en los tres chalés que permanecen todavía en la zona y que en el año 2010 lograron paralizar judicialmente un complejo comercial y de ocio de 11.000 metros cuadrados que se pretendía edificar en la zona.

La nueva opción de llevar a cabo una subasta entre los meses de abril y mayo, con un precio de salida de 2.867.579,49 euros y a través de la plataforma Subastas Procuradores, del Consejo General de Procuradores de España, “es la mejor opción” para desatascar “un problema que estuvo 50 años paralizado y que en los últimos veinte años lleva tratando de recuperarse”. “Esta es la única manera de despejar el horizonte. Estamos absolutamente de acuerdo con que se lleve a cabo la subasta”, reconoció Quirós, que también valora positivamente que el administrador concursal de la empresa Asturpromotora Urbana 2004, propietaria de las parcelas y en proceso de liquidación, haya accedido a esta fórmula que llevaba demandando el Sareb (“banco malo”), acreedor hipotecario de los terrenos.

La compra de la mayoría de las parcelas de la Ería del Piles en 2005 por parte de Asturpromotora mantenía expectantes a los vecinos de la zona. La propuestas de llevar a cabo un proyecto de ocio y servicios  (la tercera de las ideas fallidas en una década) no les terminó de convencer, y pese a que la firma logró en 2008 que el Ayuntamiento aprobase su plan, ellos lograron paralizarlo dos años más tarde en los juzgados. A partir de ahí todo fue cuesta abajo, más aún cuando Asturpromotora entró en quiebra en 2017.

El siguiente varapalo, ya en 2020, llegó con el rechazo judicial a la venta de esos terrenos por tres millones de euros a la firma vasca Maceribe, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, después de la petición de ofertas que había formulado directamente el administrador concursal de Asturpromotora, Leopoldo López Máñez, y a lo que se oponían frontalmente los principales acreedores. Tras ese último revés, desde el Sareb, que pujará por las diez fincas de la zona que saldrán a subasta a partir del mes de abril, se instó de nuevo a llevar a cabo una subasta notarial o judicial de los terrenos. Una propuesta a la que finalmente López Máñez ha accedido.

A partir del resultado de ese proceso de subasta, previsto para los meses de abril y mayo, los vecinos se moverán en una u otra dirección. “Los tres que quedamos en esa zona esperaremos a que se desarrolle todo, primero que la subasta se lleve a cabo y, luego, estaremos pendientes de las ideas y expectativas que tengan quien adquiera los terrenos. A partir de ahí podremos tomar decisiones sobre qué hacer, si vender nuestra parte o qué pasos daremos”, reconoce Julio Quirós. Entre sus estimaciones está el conocer el nombre del adjudicatario en el mes de julio, aproximadamente, y ya a finales del verano o entrado el otoño ver qué ideas tiene para el desarrollo urbanístico de la Ería del Piles por el que tanto esperan desde hace años. No les vale cualquier idea.

“Mejorar la ciudad”

El anuncio de la subasta de los terrenos también contó con buena recepción el grupo municipal de Ciudadanos, donde esperan que el proceso de subasta previsto “no quede desierto y así pueda resolverse el embrollo judicial que impide el desarrollo urbanístico de esta zona privilegiada de la ciudad y que se encuentra en la actualidad en un estado deplorable”. Desde la formación naranja, creen que “su urbanización contribuirá a mejorar la imagen de la ciudad y posibilitará el aprovechamiento económico de un espacio ahora completamente degradado pero de gran potencialidad turística”, reflexionó ayer el concejal Rubén Pérez Carcedo.