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Gijón clama contra el racismo y los mensajes de "odio y discriminación"

Decenas de personas participan en la clausura de las jornadas contra la xenofobia con una cadena humana y la denuncia de los problemas que sufren muchos migrantes

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Cadena humana en Gijón en contra del racismo Marcos León

Aminata Keita tiene 30 años, una hija de dos, llamada Fátima, y nació en Senegal. Desde hace seis años es una más de los vecinos de Gijón, y aunque en su caso no ha vivido situaciones racistas en primera persona, es muy consciente de que “hay muchos problemas, cuesta mucho seguir adelante”, explica con su dulce acento francés, el mismo que empleó para dar lectura, ayer a mediodía, al manifiesto con el que la ciudad puso el colofón a las Jornadas contra el racismo y la xenofobia.

Keita es la presidenta de la Asociación de Mujeres Africanas en Gijón y sabe, porque lo ha vivido, que se hace duro abrirse camino cuando se llega de otro país, con otro color de piel. “Vine con mi marido, pero nos divorciamos el año pasado. Ahora estoy sola con mi hija y no puedo trabajar porque todavía es muy pequeña. Así que estoy estudiando la ESO”, relata. Una muestra de los problemas con los que se topan los recién llegados, porque “en mi país era estudiante universitaria de Biología, y aquí no tiene validez, tuve que volver al instituto”, explica.

Es el escollo, el de la homologación de sus estudios, con el que se encuentran muchos, especialmente las mujeres, muchas de las cuales “deciden abandonar y ya se ponen a trabajar en otras cosas”. En su caso no tira la toalla y aspira a “hacer algo de enfermería, aunque supongo que será raro para los españoles ver a una enfermera negra”, señala con una sonrisa.

Su rostro fue ayer el de la llamada de atención a una sociedad en la que “es imprescindible el apoyo de las entidades tanto en el aprendizaje del idioma como para acceder a los recursos”, porque con la pandemia las condiciones de vida de muchos inmigrantes han empeorado y se han levantado nuevas barreras. Lo explica Ana Palacio, responsable de la Oficina Municipal de Información al Inmigrante, quien ayer advertía cómo las restricciones por el covid han hecho mucho más complicado el acceso a la atención para los inmigrantes. “Se ha creado una brecha digital muy importante para estas personas, que no tienen acceso a los medios necesarios para pedir cita telemática para hacer los trámites más básicos”, señala. En la oficina han visto incrementarse de manera exponencial las peticiones de ayuda con motivo de la crisis sanitaria, y “se nota que la gente necesita mucho más asesoramiento”, explica Palacio, en un momento en el que la Administración se ha vuelto digital.

A los problemas para llegar a los recursos se suman otros que han constatado las entidades sociales de la ciudad, como Mar de Niebla, donde cada día comprueban cómo muchas familias inmigrantes con situaciones previas de fragilidad han visto empeorar aún más sus perspectivas. “Nos llegan cada vez más peticiones de ayuda”, subraya Rocío Álvarez.

La pandemia también ha puesto de relieve, como denunciaron los colectivos en el manifiesto, una presencia cada vez mayor de “mensajes de odio y de racismo en los medios de comunicación”, con un lenguaje “inadecuado, que aliena la injusticia y la discriminación hacia los inmigrantes y los gitanos, relegándolos a la exclusión”. Del mismo modo, los extranjeros lamentan “la incertidumbre sobre si la vacuna llegará también a nuestros países; nosotros también estamos teniendo muchos problemas por la pérdida de nuestros familiares sin poder despedirnos de ellos”, tal y como leyó Aminata Keita en el acto oficial de clausura de las jornadas en el Ayuntamiento.

Carteles y dibujos solidarios de los alumnos gijoneses

Para atajar esas actitudes y cultivar la solidaridad, el Muro de San Lorenzo se convirtió ayer en una cadena humana estática llena de carteles y dibujos elaborados por los niños de los colegios Alfonso Camín, Antonio Machado, Montedeva, Miguel de Cervantes, Virgen Reina, Codema, Patronato de San José y Martínez Blanco. Los centros de la ciudad han colaborado intensamente este año en el diseño de una actividad alternativa con dibujos que permanecerán estos días en el paseo para recordar que en la diversidad está la riqueza, y que sigue siendo tarea de todos construir un mundo de igualdad de oportunidades.

Además, las redes sociales de las entidades participantes en las jornadas comparten esta semana entrevistas, datos curiosos sobre los países de procedencia de los inmigrantes y recetas de cocina del mundo. Para dejar un buen sabor de boca.

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