Las gasolineras se han vuelto a convertir en el foco de la delincuencia en Gijón. Tres hombres, al menos uno de ellos empuñando una pistola, asaltaron anoche una gasolinera en Tremañes para llevarse la recaudación de la caja registradora. Los investigadores tratan ahora de determinar si es la misma banda que atracó a inicios de este mes otra estación de servicio, en aquella ocasión en Mareo, porque el “modus operandi” se repite de forma casi exacta: uno de los delincuentes esperó en el vehículo (que podrían haber robado antes) y dos accedieron al local. No obstante, ayer uno ni siquiera pasó de la puerta viendo que la empleada del local, asustada, aseguró en todo momento que no opondría resistencia alguna al robo.
Desde la gasolinera, todavía con el susto en el cuerpo, agradecieron al menos no tener que lamentar daños “importantes”. “Por suerte, a la empleada que estaba allí sola no la encañonaron, solo entraron diciendo: ‘dame el dinero, dame el dinero’”, explicó el responsable del establecimiento a LA NUEVA ESPAÑA. “Uno de ellos, el de mayor envergadura, entró y directamente arrancó la caja registradora y se fue con ella a toda velocidad. El otro, que era el que lleva la pistola, se quedó en la puerta. Fue muy rápido, porque otro esperaba en el coche”, añade el propietario, que refiere solo algún daño material en el mostrador donde estaba la caja. La recaudación sustraída, añade, tampoco fue mucha, por lo que se quedan con “el gran susto” y con la esperanza de que las labores policiales logren pronto identificar a los implicados.
La banda que atracó en Mareo a inicios de este mes usó un Seat oscuro que había robado horas antes a un gijonés. Ayer, a 21.40 horas, los tres delincuentes emplearon un Golf de color azul marino. Su matrícula, perfectamente visible, ha sido ya identificada (se espera que ayude a las pesquisas policiales), por lo que se sospecha que el vehículo también hubiese sido sustraído poco antes del asalto.
Los dos atracos fueron casi exactos. En ambos casos los involucrados fueron tres personas, las dos veces uno de ellos se quedó esperando en el vehículo y todos iban vestidos de oscuro y con el rostro tapado. También se repite el uso de armas (y si bien en el caso de Tremañes la empleada solo vio a uno de ellos con pistola, los otros dos podrían llevarlas ocultas), un gesto violento poco habitual que es el que más parece indicar que se trata del mismo trío de ladrones.
Grabaciones
Las cámaras de seguridad del establecimiento, a cuyas imagen ha tenido acceso este periódico, captaron toda la secuencia y reflejan lo rápido de la intervención. Aunque no se logra identificar el rostro de los delincuentes, se espera que estos vídeos sí puedan ayudar a comprobar, al menos, si se tratan de los mismos de la gasolinera de Mareo.
Cree el dueño de la gasolinera que los varones probablemente se dieron cuenta de que la empleada había presionado el botón de su alarma silenciosa (ella, en cuanto vio que dos hombres encapuchados se bajaban del vehículo, intuyó lo que iba a pasar y pidió ayuda) y que por eso actuaron con tanta rapidez. Ayudó también que la mujer reaccionó de inmediato y trató de no alarmarles, disuadiendo cualquier tipo de amenaza o actitud agresiva. “Les dijo que les daría el dinero, que estuviesen tranquilos, y eso seguramente ayudó. Nos queda el susto que se llevó ella, pero no hicieron ningún destrozo en el local, solo arrancaron la caja”, completa el propietario.
