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Santiago Miyares González-Coto | Gijonés, director general del plan ferroviario de Logroño

“El retraso del plan de vías de Gijón se debe a una dislexia política, faltó discurso técnico”

“La opción de Sanz Crespo es sensanta y acorde a los tiempos económicos” | “Para la financiación, hay que insistir ante el BEI”

Santiago Miyares González-Coto.

Santiago Miyares González-Coto, exgerente de Sogepsa y actual director general de Logroño Integración Ferrocarril (LIF 2002), el equivalente a la sociedad Gijón al Norte, acaba de celebrar la apertura del parque que cubre la nueva estación soterrada de la capital riojana. Como gijonés, confía en que la propuesta de Adif para Sanz Crespo desatasque un plan de vías que, a su juicio, se ha debatido en una mesa política y no técnica.

–¿Qué le parece la opción de Sanz Crespo?

–Desde el punto de vista técnico, y como gijonés, no supone ningún dislate. Es absolutamente sensata y acertada, atendiendo a los tiempos económicamente actuales, donde todos los proyectos de integración ferroviaria repartidos por España han venido sufriendo, desde el año 2012, importantes cambios para poder hacerlos viables. Logroño puede ser un ejemplo. Pero esa opción permite seguir hasta La Calzada y engancharse al metrotrén para llegar hasta Cabueñes. Es completa.

–¿Cómo se logró la integración ferroviaria en Logroño?

–Teníamos un proyecto constructivo en tres fases, y las administraciones, en los últimos años, hicieron un gran esfuerzo económico para poder soterrar las vías dos kilómetros a lo largo de la ciudad, hacer la nueva terminal ferroviaria y la de autobuses, que acabamos prácticamente en diciembre del año pasado. Las fases dos y tres han de esperar. Hay que hacer estudios de alternativas y hacerlas viables económicamente; ahora no se puede afrontar.

–Con la idea de Sanz Crespo la ciudad seguiría partida en dos.

–Estos proyectos, que nacen entren 2002 y 2004, daban como solución el soterramiento total. En Logroño, por ejemplo, las fases 2 y 3 iban totalmente soterradas, pero ahora estamos buscando soluciones viables. Lo que sí hay que destacar de la propuesta de Adif es que se recupera el antiguo viario de la autopista a Sanz Crespo. Es fundamental.

–¿Por qué?

–La avenida de Portugal es un cuello de botella, prácticamente una solución tercermundista. Ese nuevo viario de Sanz Crespo va a dar juego al reparto de tráfico a través de la rotonda de nueva creación que se hace cerca de la Comisaría de Policía, que lleva a la avenida de Juan Carlos I. Y no digo nada, llevándote a La Calzada o la zona de Poniente, zonas de la ciudad que han estado olvidadas de la mano de Dios y que ahora podrían incorporarse con toda esta actuación urbanística.

–¿No supone un agravio que Gijón no pueda soterrar?

–El argumento del Tribunal de Cuentas está bien razonado y justificado. Ellos fiscalizaron todas las sociedades de integridad ferroviaria de España. Lo que pretende el Tribunal es atemperar que los proyectos constructivos ferroviarios y de urbanización tengan un soporte económico, porque si no, al final, lleva a la liquidación o disolución de las sociedades. Dijeron que se debería cambiar los convenios fundacionales, adaptar las actuaciones ferroviarias y urbanísticas a los recursos económicos de la sociedad. No es un cuento.

–En Logroño acaban de inaugurar el parque del soterramiento. ¿Por qué el atasco en Gijón?

–Gijón siempre entró en una dislexia política. No se trabajó en el ámbito de un discurso puramente técnico, pero ahora, tanto el Ministerio como Adif, sí están hablando de soluciones técnicas. No se mueven por derroteros políticos, sino por la experiencia que tienen en base a actuaciones por toda España para hacer actuaciones viables económicamente hablando. De nada te vale tener proyectos exotéricos con un coste terrible si luego no vas a poder hacer frente por el endeudamiento insoportable que pueda tener las administraciones, especialmente la local y regional.

–¿Qué opción ve mejor?

–Entre Moreda o el Museo ninguna es mala, todas tienen puntos a favor. Lo que ocurre es que esta solución nueva que aparece ahora, conlleva unos siete u ocho millones para dignificarla. Con ese dinero se puede crear una buena estación. Lo importante es arrancar el plan de vías, que si no ha arrancado todavía es porque siempre ha estado en la mesa política, no en la mesa técnica. Hoy sí está en la mesa técnica. Tanto los técnicos de Adif, Ministerio, Principado y Ayuntamiento están trabajando para llegar a una solución que arranque de una vez el plan de vías. Mi única duda es dónde estará la estación de autobuses.

–Se apunta a transformar uno de los parkings subterráneos.

–En Logroño, la inversión de la estación de autobuses no les correspondía a los socios de la sociedad, se hizo porque financió el Ayuntamiento. Y se buscó una ubicación frente a la nueva estación ferroviaria, donde se creó por encima el parque urbano que conllevó una urbanización nueva. La estación de autobuses está construida sobre la losa actual del túnel del ferrocarril. Es verdad que a la estación de autobuses hay que buscarle centralidad, si puede ser mucho mejor. Pero tampoco pasa nada que esté separada unos metros.

–¿Cuál sería la mejor opción de financiación del proyecto?

–En principio, la vía del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Hay que seguir insistiendo en ella. Si se explican bien las cosas, si se aportan las documentaciones que requiera el BEI en un plazo medio o largo se podrá conseguir. Sobre todo, por un factor, los suelos residenciales que se van a crear en la zona tendrán un importante valor económico. En Gijón no hay un metro cuadrado de suelo en el centro. Con esa nueva estación, esos terrenos serán un nuevo centro de la ciudad, que bien conectado conectará con La Calzada, Poniente y el Centro de Gijón.

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