La Cámara de Comercio de Gijón plantea que el canon anual que paga al Consorcio del Recinto Ferial por su uso se fije en un porcentaje de entre el 6% y el 7% de los ingresos por la actividad ferial y congresual, en lugar de contar con uno fijo de 400.000 euros cada ejercicio como está planteando el Principado para cubrir los gastos que genera el recinto. El actual canon asciende a 280.000 euros, sin que haya sido actualizado en los últimos ocho años. La Cámara gestiona el recinto ferial Luis Adaro (organizando actividades como la Feria de Muestras), propiedad de un consorcio integrado por la propia Cámara, el Principado, el Ayuntamiento y Liberbank.
Las negociaciones, que se están efectuando en un grupo de trabajo constituida por los cuatro socios, están enquistadas, hasta el punto de que el presidente cameral, Félix Baragaño, llegó a solicitar el pasado mes de enero a la alcaldesa, Ana González, que se implicara para desbloquear la situación, según el informe que Baragaño trasladó a los miembros del pleno de la Cámara, que se reunió ayer.
El planteamiento cameral para no ver incrementada su factura por el uso del recinto ferial contempla la reducción de gastos para el Consorcio mediante una bonificación del IBI por parte del Ayuntamiento de Gijón y la asunción de “compromisos” por parte del Gobierno regional, además de asumir la Cámara todos los costes de mantenimiento en lugar de un máximo de 50.000 euros anuales como ocurre ahora. También plantea una modificación contable en la amortización de los edificios.
El pago variable que defiende la Cámara de Comercio supondría que el canon sería bajo en épocas de crisis, como la actual, y mayor en las de bonanza. El porcentaje planteado por la Cámara supondría, en un año convencional en los que los ingresos por las actividades del recinto ferial rondan los 4 millones de euros, que pagaría un canon igual o más bajo que el actual. Otras fuentes sostienen, no obstante, que esa propuesta se puso encima de la mesa en las últimas reuniones del grupo de trabajo a cuatro bandas y fue rechazada.
Conforme a su planteamiento de pagar en función de la cifra de negocio, la Cámara ha solicitado que este año le condonen los 280.000 euros de canon que le correspondería abonar, propuesta sobre la que tendrá que pronunciarse el Consejo de Administración del Consorcio. El impacto de la pandemia motivó que el año pasado la Cámara sólo ingresara 389.846 euros por ferias y exposiciones, lo que supone apenas un 9,28% de los 4,2 millones que tenía presupuestados, esto es, perdió más del 90% de su principal fuente de ingresos. La Cámara cerró 2020 con unas pérdidas de 794.064 euros.
El mayor quebranto derivó de la cancelación obligada de la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA). Poder celebrarla este año es uno de los principales objetivos de la institución, que está estudiando distintos escenarios, con limitaciones de aforo de entre el 35% y el 50% en función de cómo esté la situación sanitaria para entonces.
El escenario más restrictivo contempla una Feria de Muestras reducida, en la que sólo a lo sumo se utilizaría el 60% del recinto ferial, hasta el Pabellón de las Naciones, excluido. Se están estudiando alternativas tanto con espacio para la hostelería como dejando fuera este sector y con todas las medidas de prevención que ya se han usado en otros eventos, como recorridos definidos, control de visitantes por bluetooth y medidas higiénicas. La Cámara prevé incrementar la actividad del recinto ferial a partir del próximo mes de mayo, con el desmontaje del hospital para enfermos de coronavirus instalado en el Pabellón Central el próximo 9 de mayo.
