La demora en la formalización del contrato a la UTE formada por Drace Infraestructuras y Dragados es la razón del retraso en el inicio de las obras de terminación y puesta en servicio de la depuradora del Este, envuelta en polémicas desde hace años y paralizada por sentencia judicial. El contrato, de 5,5 millones (con impuestos), se adjudicó en diciembre del año pasado pero acaba de formalizarse. No se pudo hacer antes por la necesidad de tener abierto el presupuesto del año en curso de la Dirección General del Agua, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Eso hace que el plazo del contrato, estimado en un año de duración, empiece a contar el próximo lunes cuando la idea inicial es que estuviera en marcha desde febrero. Hay una previsión de seis meses de obras, que finalizaría el 11 de octubre, para la puesta en marcha de la instalación y otros seis meses de explotación. En todo caso, y en relación con la puesta en marcha de la depuradora, la intención de la Dirección General del Agua es “priorizar las obras precisas para el inicio de su correcto funcionamiento obre aquellas otras que no son precisas para ello o de mero remate”.