Más de mil horas de formación en conocimientos digitales para poder acceder a los empleos del futuro, aquellos que las empresas tienen dificultades para cubrir en la actualidad por la falta de profesionales especializados. El Ayuntamiento de Gijón y la Asociación Factoría F5 dieron por clausurado ayer el proyecto formativo en el que han participado una decena  de alumnos, tras suscribir un acuerdo el año pasado por un importe de 41.075 euros para la creación de una escuela digital inclusiva y solidaria.

El proyecto, pionero en Gijón, como explicó la directora de la escuela, Rebeca Rodríguez, se concibió para “personas en situación de vulnerabilidad con motivación por la tecnología”, con la finalidad de “generar oportunidades de empleo en un sector con alta empleabilidad a quienes más padecen las dificultades de la brecha digital”.

Una oportunidad de la que han sacado buen provecho alumnos como Miguel Pérez, Ángel Martínez o Silvia Lozano, quien dejó sus estudios de grado en Marketing para decantarse por la formación en áreas como la programación. Todos ellos valoran la oportunidad y están seguros de que van a poder “trabajar en este campo, porque hay mucho empleo”. “Siempre quise estudiar esto, pero cuando era pequeño no había estas oportunidades. El plan es un gran salto para nosotros”, indica Martínez. Por eso, ahora piensan aprovecharlas al cien por cien. De hecho, la tasa de éxito en la Factoría F5 es del “76 por ciento”, recalcó su responsable, Guillaume Thureau, en un acto al que también asistió la alcaldesa, Ana González, y el director general de empleo del Principado, Pedro Fernández-Reigoso.