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El párroco de San Pedro, sobre el laicismo: “Si la Alcaldesa no quiere venir, que no venga; pero que se deje de reglamentos"

La norma enfada a casi toda la oposición y satisface a las asociaciones que lo promueven: “Es hora de acabar con el nacionalcatolicismo”

Por la izquierda, Javier Gómez Cuesta y Fernando Fueyo, durante la bendición de las aguas de la bahía gijonesa en San Pedro. Ángel González

“Si la Alcaldesa no quiere venir a San Pedro que no venga, pero que se deje de reglamentos que dividen y con los que parece que se quiere discriminar a los católicos”. Así reaccionó ayer Javier Gómez Cuesta, párroco de San Pedro, a la decisión del gobierno municipal de impulsar una consulta ciudadana online para un reglamento de laicidad. La iniciativa ha motivado una catarata de críticas en los partidos de la oposición, excepto en Podemos, que la defiende, y en cambio, ha sido recibida con “gran satisfacción” por las asociaciones laicistas. “Desde el imprescindible respeto a las ideas de todos hay que salir ya del nacionalcatolicismo”, destacó Luis Fernández, presidente de Asturias Laica, que anima a participar en la consulta puesta en marcha desde ayer por el gobierno de Ana González, con el que ha “trabajado” para redactar un reglamento de laicidad a partir de la experiencia de Rivas Vaciamadrid (Madrid), el primer municipio español en contar con una ordenanza de este tipo.

Para Gómez Cuesta, la encuesta lanzada por el gobierno municipal “ya está contestada en la Constitución y por el Tribunal Constitucional, que habla de una laicidad positiva”. Para el párroco de San Pedro resulta “sorprendente” que se ponga en marcha ahora esta iniciativa, “a la vista de los graves problemas que atraviesa la sociedad”. Además, asegura que se trata de algo que “nunca generó conflictos en la ciudad”. “Gijón siempre ha sido tolerante y respetuosa con todas las ideologías”, sentencia el párroco. Por su lado, Plácida Novoa, de la Asociación Belenista de Gijón, también se muestra en desacuerdo con el reglamento. “No entiendo muy bien a qué viene esta propuesta. España es un Estado aconfesional y no laico, lo cual es una sutil de diferencia”, expone.

Jesús Montes Estrada, exconcejal de IU y miembro del colectivo Lázaro Cárdenas, considera, por contra, que se trata de una “buenísima noticia”. “Cada cual en su papel. Lo político es uno y lo religioso es otro”, señala en línea con la tesis de Asturias Laica, para quien el objetivo de la iniciativa del gobierno de Ana González es que “todas las ideas sean respetadas”.

Desde la oposición municipal, el concejal de Ciudadanos Rubén Pérez Carcedo estima “absurdo e innecesario” hacer un reglamento municipal de laicidad. “El Ayuntamiento no tiene ningún tipo de competencia en la materia y el ordenamiento jurídico asegura la neutralidad de las instituciones frente al hecho religioso y garantiza la libertad de conciencia, que es lo que constituye la verdadera laicidad”. Para el concejal de la formación “naranja”, la izquierda trata de “imponer su ideología y suprimir cualquier aspecto que le suene a religión, especialmente la Católica, de la vida pública de la ciudad, como si la religión no fuera un asunto público con claras dimensiones sociales y culturales”. “Pretender, por ejemplo, que los representantes públicos no puedan participar en ningún acto religioso no solo vulneraría sus derechos individuales, sino que, además, supone confundir una presencia institucional con una adhesión a un credo concreto”, concluyó Pérez Carcedo.

Desde Foro, Jesús Martínez Salvador asegura que Ana González es “especialista en generar división en la sociedad gijonesa y en crear problemas donde no los hay”. Para el portavoz de la formación, “con el reglamento de laicidad, Gijón da la espalda a sus tradiciones y pierde, entre otras muchas cuestiones, la oportunidad de celebrar actos como los de Semana Santa que atraen a numerosos asturianos y visitantes”.

Laura Tuero, de Podemos, sí se muestra de acuerdo. “Nos alegra que, por fin, se ponga en marcha la redacción que permitirá revisar realidades de este Ayuntamiento como, por ejemplo, que una fiesta local sea San Pedro con un acto institucional y otro religioso como único festejo, algo que hemos propuesto cambiar por San Xuan, fiesta más integradora y que tiene una perspectiva laica” indicó. “Defendemos la libertad de conciencia y creemos que en una sociedad democrática y plural no es admisible que los y las representantes de la ciudadanía, de toda la ciudadanía, participen como tales en un acto confesional de una determinada religión”, añadió Tuero.

Por contra, Alberto López-Asenjo, portavoz del PP, lamenta una “política basada en el revisionismo y el sectarismo, y que confunde los términos porque España es aconfesional”. “Tratar de imponer el laicismo es distraer la atención sobre los problemas reales de los gijoneses”, subrayó el dirigente popular. “No hay necesidad de que el Ayuntamiento promueva un reglamento en contra de la fe cristiana de muchos gijoneses y las tradiciones de casi todos ellos. Quieren eliminar de los espacios públicos y de las calles de Gijón la Navidad, la Semana Santa, las celebraciones de San Pedro o Begoña y, por supuesto, la Cabalgata de Reyes”, aseguró Eladio de la Concha (Vox).

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