Itvasa deberá justificar ante el Ayuntamiento de Gijón que la ITV que pretende instalar en la parroquia de Granda está situada en un lugar de fácil acceso y que el flujo de vehículos que generará no va a provocar conflictos de tráfico en la zona. Estas son dos de las varias condiciones que ponen los técnicos municipales para otorgar la licencia de obras a la sociedad promotora del equipamiento, participada íntegramente por el Principado, que ya ha paralizado el proceso de licitación a la vista de que el plan inicial no le sirve para cumplir los requisitos que le exige la administración local.
Las condiciones para que el Ayuntamiento dé luz verde a la ITV de Granda están contenidas en cuatro informes de los diferentes departamentos municipales implicados en la concesión del permiso y ya han sido enviadas a Itvasa. Para empezar, el área de Urbanístico advierte de que, para cumplir el Real Decreto que regula la Inspección Técnica de Vehículos, la empresa tiene que justificar un acceso adecuado al centro, la facilidad del flujo y de espera de los vehículos y que la nueva estación no conllevará problemas de tráfico en la zona. En cuanto a las líneas de inspección, los técnicos reclaman a Itvasa que aclare qué partes de la nave se van a utilizar, así como diversas cuestiones relativas a las alturas entre las plantas. Además, también deberá acreditar el cumplimiento de la normativa de incendios, así como “justificar cuestiones urbanísticas relativas a las construcciones que permanecen, a los estándares de aparcamiento y corregir la memoria urbanística”.
Ordenanza de ruido
Por lo que respecta al informe de actividades, el Ayuntamiento emplaza a Itvasa a “justificar adecuadamente” el cumplimiento del reglamento de seguridad contra incendios en establecimientos industriales, así como las ordenanzas municipales de ruido y de protección del medio ambiente atmosférico.
Los técnicos de Movilidad alertan en su informe de que en la documentación de la empresa sobre la ITV de Granda no aparecen datos relativos a los tráficos que se generarían con la instalación, por lo que no están en disposición de emitir el informe sobre las posibles afecciones en el entorno por parte de los vehículos que acudiesen al centro de inspección. En este sentido, emplazan a Itvasa a presentar información relativa al tipo y número de vehículos que se prevén y, en el caso de que se vayan a superar los umbrales establecidos en la normativa, piden la redacción de estudios de evaluación de la movilidad.
El informe de Medio Ambiente, a la vista de una alegación en ese sentido presentada por los vecinos, señala que el Ayuntamiento no es competente en materia de suelos contaminados. Tanto Itvasa como la Consejería de Industria guardan mutismo sobre la situación en que queda la iniciativa para instalar en Granda la segunda ITV de Gijón tras la paralización del proceso de licitación, o sobre el hecho de que la alcaldesa, Ana González, haya advertido de que el proyecto tiene “muchas carencias” y que, tal y como está planteado, no se materializará “nunca”.
Itvasa decidió el pasado día 8 el desestimiento de la licitación al constatar que, para obtener el permiso municipal, tendrá que introducir en el proyecto “modificaciones cuyo alcance total aún se desconoce” y que le impiden seguir adelante con la iniciativa tal y como la tenía planteada. Se trata de una situación que la sociedad estima “no subsanable”. La iniciativa ha puesto en pie de guerra al vecindario de Granda, que está recibiendo las últimas noticias sobre las dificultades del proyecto con satisfacción, pero también con mucha cautela.
