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La familia de Lorena Dacuña pide 25 años de cárcel porque el asesino “se ensañó”

La acusación particular incluye las agravantes de parentesco y desprecio de género para exigir la máxima pena para José Manuel Sánchez

Sánchez Merino, el día que fue enviado a prisión preventiva. Julián Rus

La familia de Lorena Dacuña, la vecina de La Calzada de 41 años asesinada a puñaladas en su piso de la calle Callao en febrero de 2020, solicitará 25 años de cárcel para la expareja y autor confeso del crimen, José Manuel Sánchez Merino, al entender que además de actuar con alevosía, como coincide con la fiscal, lo hizo también con “ensañamiento” como prueban las 13 puñaladas, además de otros cortes y erosiones, que sufrió la limpiadora gijonesa. El escrito de acusación, pendiente aún de presentar, solicita la máxima pena posible para un delito de asesinato, una vez que la familia descartó hace unos meses litigar por la prisión permanente revisable al no encontrar base jurídica para ello. Esa pena, además, es sensiblemente superior a los veinte años pedidos por la Fiscalía, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA.

La familia de Dacuña tiene como objetivo que se haga justicia por este brutal crimen que conmocionó a toda la ciudad. Además, esperan que la celebración del juicio, que será mediante el sistema de jurado popular, se celebre cuanto antes. Será durante la vista oral donde tendrán que convencer a los miembros de ese jurado que José Manuel Sánchez Merino actuó con alevosía y ensañamiento contra la que fue su pareja durante ocho años.

A excepción del ensañamiento, la familia de Lorena Dacuña, por mediación de su representación letrada, mantiene un relato de los hechos muy similar al anunciado la pasada semana por el Ministerio Fiscal. Incluyen también las agravantes de parentesco, por la relación mantenida entre víctima y asesino confeso, y la de que este último actuó movido por los celos al no aceptar que Dacuña pudiese haber empezado una relación con otro hombre. También inciden en que Sánchez Merino pasó por su casa a por un cuchillo antes de ir hasta La Calzada para ver si era cierto que ella ya se estaba viendo con alguien.

El escrito de la acusación particular –todavía faltarían las de la Abogacía del Estado y la asociación Abogadas para la Igualdad, como acusaciones populares del caso, antes de conocer la versión del procesado y de que se señale la fecha del juicio– solicitará previsiblemente más testigos para ahondar en la relación que mantuvieron Dacuña y Sánchez Merino y los episodios que protagonizaron tras la ruptura sentimental. La familia, además, no ha descartado aún emprender acciones legales contra el acompañante de nacionalidad portuguesa que acompañó a la víctima a casa y que huyó al encontrarse en el piso con el camarero gijonés. A su juicio, pudo haberla ayudado y no lo hizo. Pero cualquier acción futura será después de que termine este procedimiento.

En prisión

Mientras las partes personas van presentando sus respectivos escritos de acusación, José Manuel Sánchez Merino continúa cumpliendo prisión preventiva en la cárcel de Dueñas, en Palencia. Está privado de libertad desde que fue detenido por la Policía Nacional, apenas dos días después de que se descubriese el cuerpo sin vida de Dacuña, en un piso de la calle San Luis. Ante los agentes que investigaron el crimen reconoció los hechos, por los que pidió perdón a la familia en una carta publicada en este diario. En el Juzgado, eso sí, no se ha pronunciado todavía sobre aquella madrugada.

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