Cabueñes, Somió, Lavandera, Caldones, Huerces, Baldornón, Castiello, La Pedrera, Cenero, Santurio, Deva y Vega tendrán “vigilantes” de la avispa asiática. Son las doce parroquias que van a coordinarse con la concejalía de Medio Ambiente para unir fuerzas durante la campaña de trampeo para el control de la vespa velutina. El Ayuntamiento de Gijón acaba de empezar, a través de un contrato con la Unión de Cooperativas Forestales de Asturias, una campaña de instalación de 250 trampas selectivas en terrenos públicos del concejo. Más en concreto en los cauces del río Pilón y Piles y los parques urbanos y del perímetro periurbano.
Eso les garantiza el control y registro sobre las capturas en esos espacios. Pero desde la concejalía se quiere dar un salto cualitativo y consolidar una coordinación con la zona rural –que se frustró en la campaña del año pasado por la pandemia– para apoyar que los vecinos de las zonas más afectadas pongan trampas en sus fincas privadas e incorporar esos registros particulares al cómputo general. Una reciente reunión con “Les Caseríes”, la federación vecinal de la zona rural, ha dado como primer resultado un listado de las personas que, en cada una de las parroquias interesadas, hará de enlace con el Ayuntamiento en este asunto. Desde la concejalía se les facilitará a los vecinos asesoramiento, formación e información sobre cómo mejorar las trampas y mezclar el líquido atrayente con levadura y azúcar, seleccionar las ubicaciones más correctas y el modo de actuar en el caso de una picadura, por poner algunos ejemplos. Y los delegados de cada parroquia pasarán los informes de posición de trampas y capturas a la concejalía. La idea es sumar el trabajo del contrato municipal al de los vecinos para redoblar los logros en la batalla contra la velutina generando una red lo más amplia y eficiente de trampas.
En el caso de los espacios que se gestionan desde el Ayuntamiento se han tenido en cuenta las áreas donde el año pasado se capturaron más reinas –Moreda, Los Pericones, la plaza de Europa y el Polígono– y los barrios donde se detectó una mayor presencia de nidos –Somió, Nuevo Roces y Viesques– para reforzar las trampas. Que, además, han cambiado de modelo para ser más selectivas y evitar que otros insectos caigan en la trampa pensada para la avispa asiática. Una modificación resultado de la colaboración municipal con la Asocaición para la defensa de las abejas del Principado de Asturias (Adapas). En la campaña de 2020 se capturaron 1988 reinas y se retiraron 500 nidos: 178 por la contratista y 322 por los bomberos.
