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Olmo Ron Prada Concejal de Mantenimiento y Obras Públicas

“El ‘cascayu’ no gusta a todo el mundo, pero sí a la mayoría; el coche hay que cogerlo solo por necesidad”

“Hemos revertido la situación de suciedad; Gijón está mucho más limpio ahora, es algo palpable”

Olmo Ron, en su despacho de la Casa Rosada. Ángel González

Olmo Ron Prada es el edil de Mantenimiento y Obras Públicas y el presidente de las empresas municipales de aguas (EMA) y medio ambiente urbano (Emulsa). Es también, dicen muchos, uno de los pilares del gobierno municipal y figura emergente en el socialismo local.

–¿Qué fue del plan de barrios?

– En él seguimos, trabajando sobre el documento de 2019 y con incorporaciones, porque es un documento vivo y van saliendo cosas, como la obra de las calles Brasil y Gran Capitán, que surge de la necesidad de un carril bus, o el giro a Doctor Fleming desde la carretera del Infanzón

–Pero de lo previsto...

–La pandemia nos afectó a todos, también al Ayuntamiento. Hay un retraso y lo reconocemos, pero el compromiso es llevar el plan a cabo y cumplir con las peticiones de los vecinos y de los propios técnicos municipales.

–¿Qué toca este año?

–La calle Calderón de la Barca, el inicio de Río Eo...

–¿Y el plan de Cimadevilla?

–Hemos priorizado para este año el Tránsito de las Ballenas. Ya hay un esbozo de la reurbanización con la idea de ejecutarla después de las fiestas del barrio.

–¿Con adoquines?

–Sí, con adoquines, que nadie se preocupe. Pero adoquines más suaves que no produzcan tanto ruido con el paso de los vehículos y que permitan una limpieza más fácil. Será al estilo de la calle Santa Elena, pero teniendo en cuenta el entorno, no tan moderno, y jugando con diferentes tipos de gris. La reurbanización también supone la mejora de la accesibilidad, alguna intervención de la EMA, la reposición de todo el vial e intervenir en una parte del muro.

–¿Encaja en el proyecto que se presenta a fondos europeos?

–En Cimadevilla lo que se pretende es darle una importancia urbanística que no se le había dado hasta ahora y proyectar una imagen de turismo sostenible. Hay mucho que hacer, por ejemplo en accesibilidad. Pero también está Tabacalera, que va a ser el gran eje cultural del barrio y de Gijón. Tenemos que asegurar todos los tránsitos que se necesiten cuanto esté abierta. Y está el cableado en las fachadas. Estamos hablando con las suministradoras para que todo eso vaya soterrado. Estamos siendo muy ambiciosos, además, en buscar tecnologías para cambiar la gestión de los residuos.

–También se piden fondos europeos para Roces y La Camocha. ¿Para hacer qué?

–En Roces se trabaja en un gran proyecto para rejuvenecer urbanísticamente el barrio, pero teniendo en cuenta la sostenibilidad, el equilibrio territorial y conservando su personalidad. En un sentido similar va el plan de La Camocha, que ya se inició con la reforma de los patios. Creemos que las fases que nos quedan pueden tener encaje en los fondos europeos porque dan un plus de accesibilidad y sosteniblidad. La EMA va a hacer un trabajo muy importante de recoger las aguas pluviales para llevarlas al arroyo de Santa Cecilia. Queremos revitalizar un barrio tan afectado por el cierre de la mina y por eso se plantea un parque empresarial.

–¿Si no hay fondos europeos se hará igual?

–Con fondos europeos seríamos más ágiles, pero si no los hay habrá que buscar otras alternativas de financiación e ir avanzando.

–Hablemos de peatonalizaciones. ¿Cómo se conjuga desarrollar espacios para peatones con tener donde dejar el coche?

–Hay un término a matizar. Nosotros no estamos generando espacios para los peatones, estamos recuperando espacios públicos para la ciudadanía, y dentro de la ciudadanía hay peatones. Son espacios donde poder jugar, hacer deporte, caminar, de esparcimiento, para la cultura, el arte en la calle, para potenciar el comercio y la hostelería... Queremos revertir una situación donde el 70% del espacio público de Gijón es para el vehículo. Es lógico que hace unos años la ciudad se diseñara por y para el vehículo, pero los tiempos han cambiado y hay que ir a un modelo de ciudad más sostenible y autosuficiente y ese modelo pasa por un cambio en la movilidad.

–Los tiempos habrán cambiado pero coches hay.

–Los cambios no se hacen de la noche a la mañana, será progresivo y durará años. Se están planteando aparcamientos disuasorios, y no solo soterrados como tradicionalmente se tiene en mente, sino en altura. Dentro del estudio de movilidad aparecerán esas alternativas. El cambio supone que hay que potenciar el transporte público, donde queda mucho por hacer, generar infraestructuras para la bicicleta con carriles bici y que el peatón tenga aceras sin baldosas sueltas ni problemas de accesibilidad. En eso estamos.

–Espacio público recuperado para caminar, jugar y hacer deporte, ¿es así como el gobierno imagina el Muro?

Lo que se haga en el Muro de San Lorenzo lo determinará la comisión que está trabajando en ello. No vamos a esconder que creemos que tenemos que ganar espacio para la ciudadanía en toda la ciudad y dentro de la ciudad el Muro es una parte clave.

–¿Qué conclusiones sacan del primer año de tráfico restringido en la zona?

–Entiendo que no guste a todo el mundo, pero gusta a la mayoría. Y el famoso “cascayu” se está usando. Si alguien cuenta las personas que pasean por allí un día de lluvia, claro que no serán muchas. Ni en el “cascayu” ni en el paseo de Begoña. Pero en un fin de semana con sol sí. Ni yo, ni este gobierno, ni este Ayuntamiento tiene una guerra contra el coche. El coche es muy útil pero hay que cogerlo como necesidad. Debemos reflexionar sobre su uso. Yo mismo, y esto es algo absurdo, cogía el coche para ir a correr al kilometrín.

–¿Cuándo se abre la avenida del Molinón como paseo?

–Para julio estará abierta incrementado el parque de Isabel la Católica. Estamos muy satisfechos con el trabajo que han hecho la EMA y la adjudicataria porque es una obra muy sensible que tiene ojos por todos lados.

–Se presenta como ejemplo de lo que serán los corredores verdes. ¿Cuáles son los siguientes?

–Habrá conexiones de sendas de la zona rural con la zona urbana, de grandes zonas verdes de diferentes barrios, de distritos que se conecten entre si... Esa verdificación genera diversidad dentro de la ciudad y a eso van encaminadas, por ejemplo, las ecomanzanas. Hay ideas para El Coto, El Llano y La Calzada y actuaciones encaminadas a ello como la obra de Calderón de la Barca.

–Más problemas para los coches.

–Una ecomanzana no significa solo la pacificación del tráfico. Va hacia la reutilización de los recursos con aguas pluviales que se pueden revertir para baldeos o riegos o la recogida neumática de residuos o la reversión de zonas duras de asfalto y hormigón.

–La oposición dice que Gijón se ve sucio, ¿qué dice el presidente de Emulsa?

–Entiendo que algunos partidos tengan que hacer su juego, pero en ocasiones es difícil que ese juego se dé cuando es palpable que Gijón ha revertido la situación de la suciedad y estamos en una ciudad mucho más limpia.

–¿Hay que sancionar?

–La sanción es una herramienta, pero primero debemos hacer una labor de pedagogía más intensa. Hay gente que cree que lo está haciendo bien cuando lo está haciendo mal. Como cuando se deja un mueble al lado de un contenedor por si viene alguien al que interese. No, hay que llamar a Emulsa que tiene un servicio gratuito de recogida. No se pueden dejar residuos en la vía pública. Nada.

–¿Tienen sentido todo estos planes sin concretar el plan de vías?

–El plan de vías va a transformar esta ciudad.

–Los gijoneses llevan oyendo eso mismo veinte años.

–Pero es que es la realidad. Transformará nuestra forma de movernos. Toda la ciudad podrá moverse en metrotrén, y Emtusa modificará sus lineas para dar servicio a la intermodal.

–Sí, ¿pero cuando?

–El gobierno local ha asumido la responsabilidad y está sacando el proyecto del largo letargo que ha sufrido. Ana González está asumiendo esta responsabilidad de forma brillante y vamos a sacar el proyecto, que es muy costoso en lo económico, pero sobre todo en los administrativo, con instituciones de un lado y de otro. La Alcaldesa está trabajando por ello.

–Esperar tanto para que Adif diga que la solución es ampliar Sanz Crespo...

–Los técnicos ponen encima de la mesa todo tipo de propuestas. Hay varias, Museo del Ferrocarril, Moreda, Sanz Crespo... Son sólo propuestas. Ya se determinará en su momento la precisa.

–Ya hay movimientos para liderar el PSOE de Gijón. Monchu García ya ha anunciado que quiere ser secretario general. ¿A usted no le apetece?

–No, para nada. Mi única ambición es hacer lo máximo y mejor posible hasta el 2023 para lo que me eligieron los compañeros y compañeras que me votaron en listas abiertas. Me alegro de que haya ciertos movimientos en nuestro partido, porque eso evidencia que es un partido democrático, participativo y que entre los 1.200 militantes hay ganas por mejorar el partido y ayudar al grupo municipal. No creo que abrir viejas heridas de 2017 es lo que se espere para este año. Creo que en 2021 y 2022 lo que la sociedad gijonesa espera de nosotros es unidad para afrontar la crisis socioeconómica que tenemos por delante. A ello tienen que ir nuestros esfuerzos.

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