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Militantes socialistas propugnan una candidatura de consenso en las primarias

Las aspiraciones de Monchu García causan “asombro y malestar” en un sector del partido: “En plena pandemia, no se entiende esta maniobra”

Iván Fernández Ardura –a la izquierda– y Monchu García, tras el recuento de las primarias del PSOE local en noviembre de 2017, en el Centro Municipal Integrado Gijón Sur.

Los planes de José Ramón García, “Monchu”, para presentarse a las primarias de la Agrupación Local del PSOE, adelantados esta semana por LA NUEVA ESPAÑA, han levantado “un profundo asombro y malestar” en un nutrido grupo de militantes de la organización, algunos próximos a la actual dirección, que lidera Iván Fernández Ardura. Según este colectivo, el movimiento del exconcejal es “extemporáneo” porque se produce muchos meses antes de que comience el proceso interno, previsto para principios del próximo año, y somete al partido a una “tensión innecesaria y dañina”. Por estos motivos, han iniciado reuniones telemáticas y tienen previsto organizarse para promover una única candidatura de consenso. “Es lo que toca en estos tiempos de crisis sanitaria y económica porque es lo único que entenderían los gijoneses. En plena pandemia, no se pueden explicar ciertas maniobras”, concluyen.

Los contactos entre los integrantes de este grupo empezaron el mismo día que se hicieron públicas las intenciones de Monchu García y han sido constantes desde entonces. En él hay militantes de base, pero también algunos que ocuparon cargos públicos en el pasado o que tienen responsabilidades dentro de la organización, por lo que mantienen conversaciones habituales con dirigentes de la Federación Socialista Asturiana (FSA). Todos coinciden en que abrir ahora el melón de las primarias es “negativo se mire por donde se mire”. Y no sólo por una cuestión de formas sino también de fondo. “El anuncio de esta candidatura supone tocar viejas heridas que deberían haber quedado en el olvido”, razonan, según el testimonio de una de las personas más activas en favor de la unidad, que prefiere no dar su nombre por dos motivos: para evitar protagonismos y para no generar “polémicas innecesarias”. “Hablar ahora de primarias es querer meter el dedo en el ojo a una dirección que ha recuperado el gobierno local después de ocho años en la oposición”, dice.

Frente a “este empeño de algunos de poner el retrovisor”, el colectivo considera que la mejor opción es “una candidatura única y consensuada”. “El partido debe mirar hacia adelante, más en una coyuntura como la actual porque, de lo contrario, saldrá perjudicado”, razonan sus miembros. “Un secretario general o alguien que aspire a ese cargo tiene que anteponer los intereses de la formación y de la sociedad a los suyos propios”, prosiguen. “La gente ahora no está en estas cosas, pide soluciones a sus problemas. No acepta determinadas irresponsabilidades”, añaden. “Nuestra intención es impulsar una estrategia con tres ideas: diálogo, diálogo y diálogo”, rematan.

Peligro para la Alcaldía

Otras fuentes socialistas, con responsabilidades orgánicas, coinciden con la línea del grupo de críticos con el movimiento de García. Y van más allá. “Este tipo de planes fuera de tiempo pueden afectar a la estabilidad del gobierno local y poner en riesgo la Alcaldía de Gijón en las próximas elecciones municipales”, advierten. “Hay que ser muy prudente y responsable”, concluyen.

Monchu García perdió en noviembre de 2017 las primarias socialistas en Gijón por un puñado de votos frente a Iván Fernández Ardura en una cita que tuvo lugar en el Centro Municipal Integrado Pumarín Gijón Sur. Aquel proceso se produjo en medio de la profunda fractura que vivía el socialismo español tras la victoria de Pedro Sánchez sobre Susana Díaz y Patxi López, que tuvo su reflejo a nivel regional con la disputa que protagonizaron Adrián Barbón y José María Pérez. García, que había apoyado a Patxi López, se presentó con el apoyo de destacados “susanistas”. Fernández Ardura abanderó al sector “sanchista” y, por tanto, “barbonista”. Aquella grieta en la sede de La Argandona nunca se cerró.

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