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Un escáner láser, primer paso para retomar las excavaciones en la Campa Torres después de dos décadas

Los arqueólogos meditan hacer un barrido aéreo del subsuelo del castro para hallar zonas ocultas en las que poder excavar

Yacimiento de la Campa Torres.

Un escáner láser de tecnología avanzada para identificar qué partes enterradas del yacimiento de la Campa Torres deben figurar como prioritarias de cara a la reactivación de las excavaciones que, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, forman parte de un nuevo plan de actuación durante los próximos cinco años con el que se impulsarán las labores en el castro tras dos décadas de parón. Este análisis del subsuelo del terreno será el paso intermedio entre la fase actual, centrada en el repaso y análisis documental de los estudios ya realizados sobre los materiales hallados entre la década de los años 80 e inicios de los 2000, y la que será la fase central del proyecto: volver a excavar en la Campa. La tecnología, mucho más avanzada ahora que entonces, permitirá “afinar” qué parte del terreno debe abordarse primero, y se espera que con este barrido digital salgan a la luz zonas enterradas de un yacimiento que, se intuye, tiene aún partes conservables por descubrir.

Los encargados del plan, en manos de la Red de Museos Arqueológicos de Gijón, están estas semanas perfilando cómo abordarán este análisis virtual del subsuelo. En principio, la idea es utilizar este tipo de láser aéreo –ya sea con drones o un helicóptero– con un novedoso sistema llamado A.L.S (siglas de “Airbone Laser Scanner”, traducido como aerotransportador de escáner láser), una tecnología que permite analizar desde el aire el relieve del terreno y vislumbran qué puede ocultar bajo tierra.

Se estima que estas labores se realizarán en verano y que el trabajo de campo, aunque se sirva de una tecnología compleja, no se alargue demasiado. No se espera que las labores sobre terreno duren más de tres días, a los que habrá que sumar el trabajo de análisis y cribado de los datos que entonces se obtengan. En esencia, este barrido será el primer paso en firme para retomar la investigación “in situ” de las alrededor de cinco hectáreas que se estima que ocupa este castro, de las que, de ser así, apenas se ha estudiado un 15% de su superficie. Lo amplio que se intuye que es este yacimiento es lo que anima a servirse de la tecnología para poder centrar los trabajos de excavación, que ya no tendrán que decidirse “a ciegas” si ese escáner revela alguna zona de especial interés. Estos trabajos serán clave, porque será la primera pista que tendrá Gijón de cara a averiguar cuál es el alcance real de su yacimiento y en qué partes hay materiales y estructuras aún recuperables. Las futuras excavaciones, además, se simultanearán con el drenaje del castro ya descubierto, víctima recurrente de inundaciones. Su arreglo cuenta con unos 78.000 euros de subvención del “1,5% Cultural”, el plan del Ministerio de Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para labores relacionadas con el Patrimonio.

El interés de la Campa Torres ha servido para que la Asociación Francesa para el Estudio de la Edad del Hierro, referente en su ámbito, celebre en la ciudad un encuentro que convocada cada cuatro años. Tendrá lugar este mes, entre los días 13 y 15, y en la cita intervendrán expertos de todo el mundo, ya sea presencialmente o por videoconferencia. El programa, las fichas de inscripción y otra información adicional está disponible en la página web de la asociación (afeaf.hypotheses.org).

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