Nadie en El Natahoyo se ha olvidado de María del Carmen Covadonga Donate Vigón, la popular Hermana Covadonga, fundadora del albergue de igual nombre. Y desde ayer, todos los vecinos podrán recordar cada día a la religiosa, fallecida en febrero de 2019, gracias a un monolito que honra su memoria en el barrio. La placa está en el jardín comprendido entre las avenidas de José Manuel Palacio –antes Juan Carlos I–, de Moreda y de la calle Lealtad. Ese espacio se conoce desde ya como parque Hermana Covadonga, como solicitaba desde hace tiempo la asociación de vecinos de El Natahoyo. “Es el agradecimiento a alguien que lo dio todo por el barrio. Aplacó muchas pobrezas”, aseguró el líder vecinal, Álvaro Tuero.

La placa en honor de la hermana Covadonga. Marcos León

La hermana Covadonga nació en La Felguera el 7 de septiembre de 1928 y destacó por su sensibilidad a los más desfavorecidos desde pequeña. Fue medalla de Plata del Ayuntamiento de Gijón en 2009 por su labor. La religiosa llegó a El Natahoyo en 1971, donde trabajó en un dispensario. “Cuando no había centro médico ni practicantes era ella la encargada de vacunar. Creo que puso inyecciones a todo el barrio. Fue una persona extraordinaria.”, explicó Álvaro Tuero. Junto al jesuita Francisco Herrero y el laico Tomás Marcos fue la fundadora del primitivo Albergue Covadonga, ubicado en el antiguo matadero de Mariano Pola. Abrió sus puertas en 1988. La monja destacó por su bondad y su entrega incansable a los demás, sin importar su procedencia. Famosa fue su implicación en el conflicto del sector naval durante la década de los ochenta en el barrio. Fue amiga personal de Juan Manuel Martínez Morala y de Luis Redondo, históricos sindicalistas. Ganó el premio “Atalía”, que concede la asociación de vecinos del barrio en 2002. Falleció en Ciudad Real, en febrero de 2019, a los 91 años.

A la inauguración del monolito en honor a la hermana Covadonga asistió la alcaldesa, Ana González. El homenaje estrenado ayer es una vieja reclamación de los vecinos, que lo pidieron formalmente el 11 de marzo de 2019 y fue aprobada el 19 de marzo de ese mismo año, con Foro en el gobierno local. Ayer, también estuvo el portavoz municipal de ese partido, Jesús Martínez Salvador. González alabó la implicación de la religiosa. “Es importante reconocer a las personas que trabajan por el barrio. Hay mucha gente buena que entiende que hay que trabajar codo con codo para que Gijón sea una ciudad de inclusión que es la propuesta del albergue Covadonga”, puntualizó.

Al homenaje de ayer asistió también Tomas Marco, uno de los fundadores del albergue. “Tuvo una relación estrecha con todo el mundo y ella no estaría pendiente de lo que dijeran los políticos. Sus problemas eran otros”, apuntó. También estuvo Loli Valiente, que en su juventud, formó parte la parroquia San Esteban de Mar y fue cercana a la hermana Covadonga. “Ella fue una revolución porque fue la primera que se dio cuenta de que en las aceras había pobres. Su proyecto fue dar. Enseñar a dar”, zanjó. Ayer, con el monolito y el parque que lleva su nombre, El Natahoyo devuelve una porción de todo lo que la hermana Covadonga dio al barrio donde ya es eterna.