Se personó "tranquila" en el juzgado gijonés y, finalmente, optó por la decisión más sensata: declararse culpable de haber matado a su bebé recién nacido. Silvia A. M., la gijonesa acusada de asesinar brutalmente a su bebé el mismo día en que dio a luz, y tirarlo luego a un contenedor de basura, tenía hoy una cita crucial en el Palacio de Justicia de Gijón para enfrentarse a la primera petición de prisión permanente revisable de Asturias. "Ella está tranquila", aseguró a las puertas del juzgado Javier Menendez Barbón, su abogado defensor.
La mujer ha tomado la palabra para reconocer que ella mató al bebé. Nada más. Una declaración con la que evitará la penosidad de un juicio más largo que, sobre todo para su familia, podría convertirse en un doloroso recordatorio de todo lo sucedido.
A las diez de la mañana comenzaba la selección de los nueve miembros (más dos suplentes) del jurado popular que se encargará de emitir un veredicto sobre este crimen ocurrido en agosto de 2019 en el barrio de Nuevo Roces. Sobre las 12.30 estaba señalado el inicio de las cuestiones preliminares de las partes y la declaración de la acusada, que hasta el momento ha dado ya dos versiones de lo ocurrido. En una de ellas, tras ser detenida, exoneraba a su pareja sentimental y padre biológico del niño, Daniel B. S.. En la segunda, cuando estaba ya en prisión preventiva, pidió volver a declarar ante la jueza de instrucción para señalarle como autor del crimen. La investigación judicial permitió centrar todas las pruebas en ella, lo que motivó el sobreseimiento de la causa contra su pareja, que ahora ejerce la acusación particular y pide también la prisión permanente revisable.
Por esa disparidad de versiones, quedaba alguna duda de qué podía hacer la acusada: ya se ha resuelto con su asunción de culpabilidad.
Según la fiscalía, Silvia A. M. dio a luz a su bebé recién nacido sano y le asestó luego más de medio centenar de puñaladas. Luego, lo metió en una bolsa de basura y en una mochila y lo tiró al contenedor de basura de debajo de su casa, en la calle Genaro Suárez Prendes. En ese lugar lo encontró un vecino que re buscaba en los contenedores y alertó a la Policía. Una exhaustiva investigación permitió detener a esta joven, que según los informes forenses tiene una personalidad antisocial, pero nada que afecte a sus facultades cognitivas ni volitivas.
