Hoy están convocados ante sus ordenadores los dieciséis miembros del consejo de administración de Gijón al Norte, la sociedad que gestiona el plan del vías. En el orden del día de la reunión no se fija ninguna votación, pero tras el último acuerdo político entre el Ministerio de Transportes, el Principado y el Ayuntamiento, anunciado por la alcaldesa de Gijón, Ana González, se espera que en esta cita quede comprometido el plan de ubicar la estación intermodal en Moreda a partir del proyecto –a ajustar en lo técnico y abaratar en lo económico– que aparece en el estudio informativo que se puso en marcha el año pasado. Un nuevo proyecto que Adif ha titulado “Moreda 2020 mejorada”. Y que está avalado por cuatro motivos: menor coste de inversión con respecto a la opción del Museo del Ferrocarril, se puede ejecutar por fases, tiene menos afectaciones ambientales y cuenta con el consenso de las administraciones territoriales, no como la propuesta de Sanz Crespo.
Un sí ahora a Moreda supone volver a la ubicación ya elegida en 2006 pero, sobre todo, guardar en el cajón de los recuerdos las propuestas del Museo del Ferrocarril y de ampliación de Sanz Crespo. La primera vigente en el convenio firmado hace dos años por unanimidad por los socios de Gijón al Norte y la segunda puesta sobre la mesa hace algo más de dos meses por Adif como inesperada alternativa que ahorraba tiempos y costes en estos tiempos de pandemia. Para tomar la decisión, los consejeros de Gijón al Norte han recibido dos documentos. Uno de cinco folios donde se apuesta por Moreda en una comparativa con Sanz Crespo y otro de once folios, mayoritariamente gráficos, donde se plantea seguir adelante con la alternativa de Moreda en una comparativa con el Museo del Ferrocarril.
Moreda y Museo son las dos opciones que se estimaron en el estudio informativo sobre la estación intermodal en Gijón. Ese estudio, que salió a información pública en junio de 2020, recibió 17 informes de audiencia y dos alegaciones particulares. Del resultado de ese proceso, el Ministerio concluye que hay una posición más favorable a Moreda que suman a “que tanto Ayuntamiento como Principado se han decantado por esa alternativa”. La propuesta que hoy se presenta en Gijón al Norte, en este contexto es que el próximo paso a seguir sea iniciar la evaluación ambiental proponiendo la alternativa de Moreda.
En el estudio informativo el presupuesto para este proyecto es de 321,7 millones frente a los 388,9 del Museo del Ferrocarril. El coste de Moreda se desglosa en 223,9 millones para la estación, 79,1 para lo que tiene que ver con la cubierta sobre las vías y la adecuación del paso en Príncipe de Asturias y 18,6 millones en urbanización. Las conclusiones del estudio informativo indican que tanto Moreda como el Museo son técnicamente viables y adecuadas, pero Moreda consigue una mejor valoración en la evaluación multicriterio.
Al margen de este estudio informativo, Adif se descolgó en marzo con la idea de reformar y ampliar la estación provisional de Sanz Crespo para utilizarla como intermodal. Aprovechar una inversión ya ejecutada de 14 millones y conseguir rebajar hasta en 90 millones el coste total eran sus mayores valores. Valores que tuvieron buen encaje en Ayuntamiento y Principado que la vieron como una proyección de la estación de Moreda que permitía acortar tiempos, menguar costes y agilizar la puesta en marcha del metrotrén como pieza clave.
La emoción de los responsables municipales y autonómicos se fue enfriando con el paso de los días y la entrada en detalles. Ello llevó a exigir a Madrid estudios técnicos más pormenorizados de todas las propuestas y a incorporar estudios propios de técnicos del Ayuntamiento y el Principado para ir matizando. El gran problema para el gobierno local se ha situado en la solución dada a la conexión entre los barrios de Moreda, Laviada y el Polígono con una playa de vías al aire en una gran parte, una nueva avenida por encima de ellas bordeando el parque de Moreda y ninguna cubierta sobre la estación de autobuses. “No disminuye la brecha”, reconoció la Alcaldesa, Ana González, al argumentar su descarte de Sanz Crespo por mantener la división de la ciudad en la zona más cercana a la estación.
Otro problema de Sanz Crespo era la integración de la estación de autobuses, la parte que le corresponde al Principado. El proyecto inicial de Adif ni siquiera la incluía y la opción de reubicarla en uno de los aparcamientos subterráneos obligaba a hacerla más pequeña. También sumaron en contra los importantes desniveles que se generaban en la losa de cobertura de las vías complicando el tránsito peatonal por la zona y las incidencias sobre la red de colectores, muy compleja en esa zona. Y si eso no era poco el cambio suponía revisar todo el plan urbanístico del Peri OO y el ámbito vecino para encajar el nuevo vial de Sanz Crespo.
Además, el mismo Ministerio que en marzo hablaba de ahorrar tiempos y trámites asume en el informe final sobre Sanz Crespo que el plazo se podría alargar “sensiblemente” por la necesidad de tramitar un nuevo estudio informativo, con nueva información pública y declaración de impacto ambiental. Un camino que Moreda ya tiene muy avanzado.