La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Miguel Barrero Director de la Fundación Municipal de Cultura

“Tabacalera será el espacio que acogerá todo el fondo artístico del Ayuntamiento”

“Hay que respetar y ser leales a los objetivos fundacionales de Laboral; si no se crea, innova o investiga no puede haber luego exposición”

Miguel Barrero, en su despacho del Antiguo Instituto. Marcos León

El próximo 1 de agosto, Miguel Barrero cumplirá dos años al frente de la Fundación Municipal de Cultura. “El año pasado fue de resistencia y este es de avance”, explica. La vuelta progresiva hacia la normalidad, tras la pandemia, le permite hacer balance y analizar los proyectos que tiene en mente para la ciudad.

–Le ha tocado una pandemia, y un cambio de concejal de Cultura. ¿Cómo era su relación con Alberto Ferrao?

–Buena. Nos conocimos hace casi diez años, cuando empecé a trabajar en la Consejería de Cultura. Le propuse en su día para que fuese secretario de Cultura en la Agrupación Socialista de Gijón. La relación fue muy cordial.

–¿Cumplió siempre con su cometido?

–Sí. Nada de lo que pasó aquí en todo lo que depende de Cultura hubiera sucedido sin él. No creo que haya nada que achacarle. Destacaría su capacidad de trabajo, preocupación por vincular la cultura a la educación, y su disposición al diálogo.

–¿Cómo ve a su sucesor en el cargo, Manuel Ángel Vallina?

–Resalto su disposición al diálogo y vocación de servicio público. Se ha dedicado a visitar un montón de bibliotecas y todos los museos. Tiene ganas de contribuir a mejorar la ciudad a través de la cultura.

–¿Cómo será la política cultural tras desaparecer de la Fundación Municipal de Cultura?

–Estamos trabajando en ello. La idea es que se articule siguiendo una política administrativa más acorde con sus necesidades. Ahora hay solapamientos: en el Jovellanos hacen teatro y en el Antiguo Instituto también lo programamos. Queremos que ese mapa de duplicidades no se produzca, que haya una sola estructura que permita hacer todo de una manera mucho más racional, dinámica y sostenible.

–¿Qué plazos manejan para Tabacalera?

–La Alcaldesa ya apuntó el pasado octubre un plazo de 30 meses. Es un proceso complejo. Desde la Fundación esperamos tener en junio el proyecto museológico de la planta baja. Va a ser un espacio en el que se cuente la historia de la ciudad a través de la historia del edificio, a través de tres hitos fundamentales: época romana, barroca e industrial. Y todo ese discurso unido al plan de restauración, que va a definir qué elementos se restauran, cuales se exhiben y cuales se protegen. Este hecho se sumará al proyecto para la obra, que se hará en cuanto se pueda. Es la concejalía de obras la que maneja los tiempos, pero se hará en cuanto podamos. Hay que hacer eso, unas catas en los terrenos colindantes y derruir unas ruinas del exterior de la parcela. La idea es que la obra en el edificio histórico pueda empezar de manera simultánea a que se hagan esos dos trabajos (las catas y el levantamiento de edificios anexos).

–¿Qué piensan hacer con los fondos pictóricos almacenados en las naves de la vieja sede de Cerámica Piti?

–El lugar en el que se va a depositar todo el fondo artístico del Ayuntamiento será Tabacalera. Se va a dar una solución de espacio en lo que se refiere al depósito de fondos, que están parte en Piti y parte en el almacén de la Casa Natal de Jovellanos. Se van a dar soluciones expositivas dentro de las posibilidades que ofrezca la ciudad y la reordenación de equipamientos que haremos en cuanto se empiecen a clarificar los tiempos de Tabacalera.

A Alberto Ferrao no hay nada que achacarle; mi relación con él fue muy cordial

decoration

–¿Cómo será esa reordenación de los espacios públicos de Gijón?

–Es un poco prematuro contarlo. Las ideas que tenemos están supeditados también a estos tiempos

–¿Qué planes tienen para la Casa Natal de Jovellanos, que acaba de cumplir 50 años?

–Cumple una función doble. Por un lado es servir de custodia difusora y estudio de la colección artística municipal, y otra centrarse en la figura de Jovellanos y en su papel dentro de la historia gijonesa, asturiana y española. La parte de la colección artística se manifestará con la muestra de Navascués o con la lectura que en verano Paco Caba hará en el Antiguo Instituto y que será muy sorprendente. Y la otra se pone de manifiesto en la plataforma Jovellanos virtual, que va a unificar todo el fondo jovellanista documental. A Jovellanos le generaron muchos documentos durante su vida y tras su muerte. La idea es crear un gran fondo digital, en el que toda esa documentación esté a disposición de la ciudadanía en un mismo lugar.

–¿Para cuándo tienen previsto la apertura del museo de las casamatas del Cerro y qué se podrá ver?

–Estamos en proceso de estudio y de un plan en el que estamos trabajando, ya que estamos optando a unas ayudas europeas. Queremos convertir esos espacios en unos lugares en los que la ciudad reflexione sobre el tramo de su historia en el que se engendró: el origen militar y el carácter defensivo del Cerro. Estamos mirando qué hay que hacer para que los espacios sean totalmente accesibles, porque no dejan de ser almacenes de munición y un pasadizo que servía para que la gente fuese corriendo al refugio cuando cayesen bombas. Y analizamos de qué manera se articula un discurso museológico en torno a esos elementos.

–Hablemos de la polémica Laboral Centro Arte. ¿Qué opina de la postura del Principado y hacia donde cree que debe ir el centro?

–No debemos volvernos locos con los públicos. Laboral Centro de Arte es un centro volcado en la producción, investigación e innovación. He trabajado allí y lo conozco. La exhibición no voy a decir que secundario, pero sí que supeditado a lo otro. Si allí no se crea, innova o investiga no puede haber luego exposición. No sé bien cuales son los planes exactos del Principado. Sí creo que hay que respetar y ser leales a los objetivos fundacionales de Laboral Centro de Arte.

–Se ha suspendido el festival Tsunami Xixón. ¿Debe el Principado aprobar ya una ley para garantizar los festivales?

–Entiendo que el Principado, aunque estemos razonablemente bien, evite que no nos confiemos. Pero creo que se pueden marcar ciertas normas, porque el sector cultural se adapta a lo que sea.

–¿Qué opina del recorte de fondos del Principado al LEV Festival?

–Me sorprendió. Me parece una propuesta muy asentada, pese a ser una disciplina muy especializada.

–¿Van a retomar la negociación con la Fundación Cajastur para asumir la explotación del Palacio Revillagigedo?

–La primera cantidad que nos dieran era inasumible (alrededor de 1,2 millones) para el Ayuntamiento. Se ha empezado de nuevo el diálogo. Confiamos en conseguir que se recupere ese uso cultural que mucha gente, entre los que me incluyo, echamos de menos.

Hay que pensar muy bien la idea para el Antiguo Instituto para evitar solapamientos

decoration

–¿Qué idea tiene para el Antiguo Instituto?

–Cuando se produzca esa reordenación de espacios será un edificio, junto a la Escuela Tomás y Valiente, que estará muy presente para generar espacios culturales. Hay que pensarlo muy despacio y bien, para no tomar una decisión precipitada y arrepentirnos, porque en el momento que eche a andar Tabacalera puede haber solapamientos.

–¿Qué espera del proyecto de la Campa Torres?

–Es un hito muy importante, permitirá arrojar más luz sobre un castro que es importantísimo en la configuración histórica del norte peninsular. No sé si en Gijón somos conscientes de la importancia que tiene la Campa Torres.

–¿Avanzará el plan de muralización?

–Se ha concedido ya permiso de Patrimonio para intervenir en la mediana de Cimadevilla, delante de la Casa de Jovellanos. Fernando Gutiérrez podrá restaurar el grafiti o hacer lo que quiera. Y tenemos en marcha dos cuestiones con María Peña, una nave en Tremañes, que va a decorar, y otro un proyecto con los vecinos de la calle Río Eo, para los patios de ese vecindario. Se harán en los próximos meses.

–Acaba de terminar Feten. ¿Qué balance hace de la cita, que pudo volver a la calle?

–Estamos muy contentos. Gijón ha vuelto a ser un referente en las artes escénicas orientadas al público infantil y juvenil. Feten es una feria pensada fundamentalmente para programadores, y se van con una impresión estupenda

–El festival de poesía (Poex), ¿ha sido un éxito inesperado?

–Por una parte sí. Pese a ser la segunda edición, era casi como la primera por ser presencial. La poesía es algo minoritaria y no hacía presagiar llenos. Pero no nos sorprende porque el año pasado, pese a ser online, el número de visitas excedía el umbral marcado. Con Poex se ha cubierto un hueco que estaba vacío. Ahora lo que queremos es llegar a los centros educativos.

Compartir el artículo

stats