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“Rehabilitar el Hogar de Ceares es más barato que derrumbarlo”, aseguran los expertos

La hija de Díaz Negrete, autor del edificio, urge un plan para salvar la obra en una conferencia en La Cruz que convocó a cerca de 50 personas

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Por la izquierda, Roberto González, Cristina Díaz Negrete, José Ramón Puerto González y Rafael Suárez-Muñiz en la conferencia de ayer en el campo de La Cruz. Marcos León

No jugaba el Unión Club de Ceares, pero el fondo norte del campo de La Cruz registró un lleno similar al de un día de partido. Fue gracias a la conferencia organizada por la plataforma “Esto ye Ciares”, un nuevo colectivo vecinal y social del barrio que aboga por rehabilitar íntegramente el Hogar de Ceares y darle usos sociales y culturales. En la cita intervinieron el geógrafo Rafael González-Muñiz, Roberto González Álvarez, Cristina Díaz-Negrete –hija del arquitecto Díaz Negrete, que proyecto el edificio en 1955– y el vicedecano del Colegio de Arquitectos de Asturias, José Ramón González Puerto. “Por la dimensión del edificio y los daños que tiene es más caro demolerlo que rehabilitarlo”, apuntó González Puerto.

El Hogar de Ceares data de la mitad de la década de los cincuenta. Es obra del arquitecto Miguel Díaz Negrete y valió para completar el barrio de La Tejerona. Tanto el inmueble como ese grupo de viviendas estuvieron promovidas por el Patronato Laboral Francisco Franco. Desde hace una década, la obra es propiedad del Ayuntamiento, que la adquirió al Principado. Y desde hace varios años se viene temiendo su derribo. En 2018, con Foro en el gobierno local, se anunció su demolición, aunque conservando su fachada principal. Actualmente, el Ayuntamiento ha aprobado una partida de 75.000 euros para demoler la bolera y el salón de actos por “graves problemas estructurales”, según el servicio de arquitectura municipal. Esta decisión, y el temor a que el derribo sea total, ha movilizado al barrio de Ceares, que urge recuperar la obra de Negrete para darle un uso social y cultural.

La conferencia de ayer arrancó pasadas las 12.00 horas y se prolongó hasta pasadas las 14.00 horas. González Puerto incidió en que el Hogar de Ceares “puede ser rehabilitado”. “Por lo que sabemos, los daños del edificio son de acabados, no estructurales. Y en el caso de que lo sean, por el tamaño que tienen tampoco deberían ser tan difíciles de solucionar. Debe pesar más el valor patrimonial del edificio”, indicó. Gracias al Colegio de Arquitectos de Asturias, el Hogar de Ceares acaba de ser incluido en el registro Docomomo Ibérico, una organización internacional que documenta la mejor arquitectura moderna entre 1929 y 1975. Lo ha hecho como obra “relevante de ámbito local. “Estamos ante una época de globalización y casi en cualquier ciudad puedes ver las mismas tiendas, pero no hay una fachada similar a la del Hogar de Ceares y no sería costoso ponerla en su estado original”, zanjó Puerto.

Por su parte, el geógrafo Rafael Suárez-Muñiz puntualizó que fue el impulsor de un expediente que ha remitido al Servicio de Patrimonio cultural de Asturias y que está firmado además por otros expertos, como Rubén Domínguez, presidente del Centro de Estudios del Alfoz de Gauzón de Llaranes (Avilés), y por el arquitecto Daniel Fernández. “Tiene validez jurídica proteccionista”, aseveró. Suárez-Muñiz también se refirió al plan de usos que podría dársele al edificio en el caso de ser rehabilitado, una ejecución que cifró frisando el medio millón de euros. “Podría ser sede de escuelas infantiles, oficinas para clubes del entorno, ser usado por la asociación de vecinos o incluir huertos urbanos, entre otras cosas”, destacó.

Cristina Díaz-Negrete, una de las hijas del arquitecto, también habló. “Estoy agradecida por este grito común para defender el Hogar de Ceares. La solución más fácil siempre es derribar, pero eso atenta contra el patrimonio. Salvarlo es perpetuar la memoria de los vecinos”, afirmó. Por su parte, Roberto González Álvarez, hijo de José Manuel González Quintanal hizo un repaso de los usos que los vecinos dieron al edificio a lo largo de los años. “Hubo gente que hasta aprendió a nadar, por increíble que parezca”, concretó. Tras las intervenciones de los cuatro ponentes fue el turno de las preguntas del público. Una intervención destacada la tuvo Pilar Ruiloba, vicepresidenta de la asociación de vecinos “La Cruz” de Ceares, una entidad que, “por un error de comunicación”, no está dentro de la plataforma “Esto ye Ciares”. Ruiloba recordó el papel que el colectivo que dirige ha tenido en estos años a la hora de exigir un cambio para el edificio.

Solicitud de expediente

Por su parte, Ciudadanos solicitó ayer el expediente del Hogar de Ceares para conocer los planes municipales para el edificio. Así lo explicó ayer el concejal, Rubén Pérez Carcedo, que reclamó una “alternativa” al derribo y si no fuera evitable, al menos mantener “elementos esenciales”. “Parece increíble que se quiera borrar de un plumazo parte de la historia del barrio”, aseguró.

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