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La mujer accidentada en Gijón junto a su hijo, ante un delito por conducir ebria

Unos amigos auxiliaron a los heridos antes de que llegara el operativo de rescate, al que se sumaron 28 personas tras la llamada del niño al 112

Efectivos sanitarios y de bomberos, la madrugada del viernes en la zona del accidente.

Hasta 28 personas participaron en la búsqueda y rescate de la familia accidentada en la madrugada del viernes cerca del Alto del Infanzón, en Gijón, al salirse el coche en el que viajaban y quedar atrapado en una zona de eucaliptos. Esos árboles resultaron salvadores para los tres ocupantes, incluido el niño de 10 años, hijo de la conductora, que, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, alertó del incidente al 112 ante la imposibilidad de que lo hicieran los adultos, bajo los efectos del alcohol y drogas. Pero cuando los servicios de emergencias llegaron hasta el lugar del siniestro (participaron Bomberos de Asturias, Guardia Civil, Protección Civil de Villaviciosa y hasta tres ambulancias) los tres pasajeros del coche ya estaban a bordo del vehículo de unos conocidos que les estaban prestando ayuda. La investigación sobre este suceso sigue abierta, y todo apunta a que la conductora, de 41 años, podría enfrentarse a un delito contra la seguridad vial.

El accidente ocurrió en torno a las dos y media de la madrugada entre el Camín del Molín, muy cerca del merendero La Cabaña y el camino de la playa de La Ñora. La llamada del menor apenas pudo acotar la zona en la que se encontraban y eran pocas las pistas para llegar hasta ellos. El niño estaba muy nervioso por toda la situación que estaba viviendo. Todos los efectivos movilizados desde el 112 fueron peinando durante varios minutos varias zonas posibles en las que pudieran estar los afectados. Primero, entre Quintes y Quintueles, pero no tuvieron éxito. Al intentarlo en el Camino del Molín, y toda esa zona hacia la playa de La Ñora, les encontraron al final. Ya habían logrado salir del coche siniestrado (ayer seguía entre los árboles) y estaban siendo atendidos por unos conocidos.

Poco a poco fueron llegando agentes de Tráfico de la Guardia Civil, tres voluntarios de Protección Civil de Villaviciosa, dos UVI móvil y una ambulancia de soporte vital básico que se hicieron cargo de los ocupantes. Hasta dos dotaciones de Bomberos de Asturias, con base en Villaviciosa, se personaron en la zona por si era necesario excarcelar a los ocupantes. Los peor parados resultaron tanto el copiloto, con traumatismo torácico, como el niño, con dolor cervical. La conductora, y madre del pequeño, fue también trasladada hasta el Hospital de Cabueñes con un fuerte dolor de hombro.

La explicación que en un primer momento ofrecieron, aunque los síntomas del alcohol y drogas eran visibles, fue que no tenían las llaves de casa y que habían acudido a dormir a la vivienda de unos amigos que vivían por la zona, y que de camino a ese lugar perdieron el control del coche, que circuló varios metros derrapando hasta que se salió de la vía.

Los presentes en el lugar la madrugada del viernes sí pudieron confirmar que, dentro de lo ocurrido, los ocupantes del coche tuvieron suerte y evitaron un peor desenlace para todos ellos al llevar puesto el cinturón de seguridad.

Otro de los factores que influyó fue que los árboles contra los que fueron a empotrarse con el coche amortiguaron el impacto. A pesar de derribar uno de ellos, se quedaron finalmente detenidos ante otro de los árboles, evitando seguir bajando unos quince metros. Los tres se recuperan de las lesiones mientras se investiga lo ocurrido.

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