La polémica por la nueva estación de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) que Itvasa plantea en la parroquia de Granda ha vuelto a su casilla de salida. El pasado jueves, la sociedad anónima participada íntegramente por el Principado remitió un documento al Ayuntamiento en el que se corregían los defectos técnicos que llevaron a la entidad a paralizar el proceso para conseguir la licencia de obras a primeros de abril. Esta propuesta queda ahora, según fuentes municipales, en manos de los técnicos, que tomarán una decisión en los próximos días.
Paralelamente, la plataforma contra la ITV de Granda decidió ayer volver a planificar un calendario de movilizaciones en señal de protesta por una infraestructura que consideran llenará de coches la parroquia. Así lo aseguró ayer Pilar Granjo, una de las promotoras de este colectivo, que, aunque barajó llevar sus quejas a la plaza Mayor decidió finalmente seguir con sus movilizaciones frente a la futura estación. Es decir, en el edificio adquirido por Itvasa a La Cooperativa y que queda justo delante del Matadero municipal. “Confiamos en que el Ayuntamiento no dé la licencia de obras, porque, aunque corrijan defectos técnicos los accesos siguen siendo los mismos”, analizó Granjo.
La líder vecinal, que no esconde que llegarán a los tribunales si es necesario, echa mano de la ley y saca a colación el Real Decreto 920/2017, que, entre otras cosas, dicta que las estaciones de inspección técnica de vehículos deben estar situadas en “lugares de fácil acceso y en los que el flujo de vehículos no provoque conflictos de tránsito en la zona”. Esas dos mismas condiciones pusieron los técnicos del Ayuntamiento a Itvasa, justo a continuación de que la firma anunciara la paralización del proyecto.
Además, el Consistorio ya manifestó que Itvasa debía dejar claro qué partes de la nave va a usar, así como diversas cuestiones relativas a la altura entre las plantas. También, debía acreditar que el cumplimiento de la normativa antincendios “así como justificar cuestiones urbanísticas relativas a las construcciones, aparcamientos y corregir la memoria urbanística”.
“La respuesta que ha dado Itvasa es la esperada y ahora la pelota vuelve a estar en manos del Ayuntamiento. El fácil acceso sigue sin estar garantizado”, zanjó Pilar Granjo.
